La ciencia y la medicina avanzan de manera muy potente. Cada poco tiempo ideas brillantes se convierten en productos sanitarios tan útiles y novedosos que son capaces de detectar problemas de salud, evitarlos o hacer la vida más cómoda a personas con patologías o con ciertas rémoras en sus capacidades.
Un ejemplo muy claro de cómo la ciencia y la medicina avanza es el uso de gafas y lentes. Cientos de millones de personas son miopes o sufren otros problemas de merma de visión que pueden ser fácilmente subsanables usando gafas.
Decenas de enfermedades que hace décadas o siglos tenían como fin el empobrecimiento en la calidad de vida de los pacientes pueden ser controladas con tratamientos sencillos. El hipotiroidismo o la diabetes son dos ejemplos de ello. Salvo muy contadas excepciones, las personas que sufren estas patologías pueden hacer su vida normal ingiriendo una dosis adecuada de tratamientos que mantienen la enfermedad bajo control.
En la actualidad, las personas con VIH pueden desarrollar una vida normal, los tratamiento antirretrovirales permiten que personas que han sido contagiadas por el SIDA puedan permanecer años sin que su salud se vea empobrecida.
El objetivo de la innovación en ciencia médica es ese, facilitar el trabajo del personal médico y de los pacientes con nuevas técnicas e instrumentos para poder disfrutar de una vida más plena y con mayor calidad, aunque se sufra alguna patología o enfermedad.
Bolsas y fajas para colostomía e ileostomía
Entre estos productos sanitarios que tienen por objetivo mejorar la calidad de vida de los pacientes aparecen también aquellos diseñados para el proceso posoperatorio. Ese es el caso de las bolsas y fajas para colostomía e ileostomía, que ayudan a contener la zona abdominal si esta ha quedado muy dañada o permanece muy sensible después de la cirugía.
La colostomía es un procedimiento quirúrgico con el que se extrae un extremo del intestino grueso o colon a través de una abertura en la pared intestinal, llamad estoma. La materia fecal que se mueve por el intestino sale al exterior a través del estoma hacia una bolsa adherida al abdomen.
Esas bolsas, entre otros dispositivos, son las que diseña Coloplast. El listado de productos Coloplast de Ostocare incluye bolsa posoperatoria, bolsa drenable y bolsa de alto débito, para facilitar el suelo de los pacientes.
Todos los productos Coloplast de Ostocare tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de los pacientes y garantizan comodidad, discreción y precios accesibles.
Audífonos para mejorar la audición
Un segundo grupo de productos sanitarios que colaboran con la obtención de una mejor calidad de vida son los que guardan relación con la audición. A diferencia de los problemas de visión, con los problemas de audición esa conciencia de cuidados no está tan desarrollada.
Muchas personas no son conscientes de que sufren problemas de audición y que el nivel de ruido o sonidos que escuchan es el adecuado. En la web https://www.audifono.es/ muestran amplia información sobre estos dispositivos, cómo elegirlos, cómo mejorar la audición y la consulta a especialistas sobre los mejores audífonos.
La clave para saber si se necesitan o no audífonos está en cuestiones como los resultados audiométricos resultantes de estudios audiológicos completos, las necesidades diarias del paciente y las capacidades cognitivas.
Como ocurre con las gafas y lentes, usar audífonos es un modo de conectarse de manera más fiel con la realidad, una forma de mejorar la calidad de vida usando un dispositivo médico tecnológico no invasivo al que no hay que temer.
Lentillas para medir la glucosa
En el artículo hemos mencionado ya a los diabéticos, personas que están destinadas a mantener un tratamiento para controlar sus niveles de azúcar en sangre. Para todos ellos, la ciencia médica también trabaja constantemente con el objetivo de introducir mejoras en su día a día.
Un buen ejemplo de ello es la investigación en lentes de contacto que miden la glucosa. Estas personas tienen desde ya una solución inteligente para medir sus niveles de glucosa. Este producto sanitario, inventado en Ulsan, Corea del Sur, tiene a las lágrimas como elemento clave.
Cuando un diabético que usa estas lentillas desprende alguna lágrima, un sensor incorporado en la lente es capaz de detectar si los niveles de glucosa han crecido. Si es así, avisa a una nanopantalla de que hay riesgo. Tras esto, una luz LED se encarga de hacer mostrar al usuario que se han producido alteraciones.
Hasta el momento, la medida más clásica para medir el nivel de azúcar en la sangre de un diabético sigue siendo un pinchazo en el dedo, pero son muchas personas las que sufren aversión a la sangre.
Las lentes de contacto para medir la glucosa se han probado ya con animales. Todavía hay que esperar a las pruebas en humanos, pero este es una muestra más de que los avances en medicina pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de enfermos y pacientes.