Si apareciera un genio al frotar una lámpara maravillosa y concediera algunos deseos, no serían pocas las personas que elegirían tener la casa, siempre, limpia y reluciente. A falta de genios maravillosos, estos 10 trucos ayudan y facilitan la tarea diaria de mantener en buenas condiciones el hogar.
Es el trabajo de nunca acabar. El mantenimiento de una vivienda con un aspecto limpio, ordenado, con un buen olor… es constante y muy sacrificado. Además, es muy poco satisfactorio, ya que en poco tiempo hay que volver a empezar, más si se tienen niños pequeños en casa.
No se puede negar, llegar del trabajo y ponerse con estas labores o dedicar las horas de descanso del fin de semana a la pesada tarea de limpiar la casa es bastante deprimente. Por eso, los consejos y trucos que se van a sugerir en este artículo son realmente interesantes, ya que facilitan enormemente este trabajo cotidiano.
Antes de Empezar, Tenerlo todo Preparado
Tener un mueble destinado a los utensilios de limpieza y productos ordenados y al alcance, reducirá el tiempo de búsqueda y la elección del producto adecuado. Tener un buen arsenal de máquinas especializadas en la limpieza es un recurso que, gracias a los avances tecnológicos, cada día resulta más útil.
Por ejemplo, al tener el mejor robot aspirador del mercado ahorrará muchas horas del limpieza y energía. En el enlace sugerido en este párrafo, se localiza un amplio surtido de estas máquinas que conseguirán que se pueda tener más tiempo de ocio y mantener la vivienda en buenas condiciones de limpieza de forma prolongada.
Por otra parte, reconocer a simple vista tanto los productos químicos comerciales como aquellos que se han preparado de forma artesanal, por ejemplo, los que salen a partir del vinagre, el bicarbonato de sodio y el zumo de limón, también será una buena manera de optimizar los tiempos y actuar con mayor eficacia.
La acción posterior a tener toda la maquinaria y todo el instrumental necesario preparado es el de ordenar. Se deberá recoger y colocar todo lo que esté fuera de su lugar. Mientras se recoge y se re-colocan los objetos, se puede aprovechar para tirar lo que realmente no aporte nada al hogar. Es un ejercicio de liberación que se agradecerá la próxima vez que haya que limpiar.
La Tarea de Limpiar la Casa
Llega el momento de ponerse manos a la obra y comenzar a limpiar y dejar resplandeciente todas y cada una de las estancias, muebles, objetos y rincones de la vivienda. Para ser más eficientes, existen claves básicas para limpiar y ordenar la casa sin acabar hecho polvo, usando el metodo 20/10, un sistema que está arrasando y que conviene aprender.
La tarea de limpiar la casa puede realizarse dos tres veces al mes con un trabajo a fondo que haga se pierda el día o bien mantener una constancia diaria, implementar hábitos y costumbres que tengan como objetivo que la casa siempre ofrezca su mejor cara. A la larga, esta será la mejor opción, pues con el tiempo las acciones se realizarán sin pensar, de forma automática y seguirán quedando los fines de semana para el disfrute del ocio que cada cual tenga a bien elegir.
Esto no significa que, cada cierto tiempo, no se actúe con una limpieza mucho más profunda y general, pero cuando llegue el trabajo será mucho menor, por lo que las horas que se dedicarán a ello, también.
Hábitos diarios para el mantenimiento de una vivienda siempre limpia
Como hábitos diarios que hay que adoptar para empezar a notar un cambio y que no se acumule la suciedad ni el desorden está, en primer lugar, el de guardar siempre la ropa, el bolso y demás complementos nada más llegar a casa en su justo lugar.
Una vez dentro de la vivienda, y en sus constantes idas y venidas, se deberá despertar una costumbre y reforzarla día a día, que es el de no realizar ningún trayecto en vano. La mente activará un sexto sentido para ir recogiendo o limpiando durante los recorridos hacia el baño, hacia la cocina, hacia el dormitorio o por el salón, manteniendo las superficies planas libres de objetos y de polvo.
Hay que acostumbrarse a tener un lugar para cada objeto y que ese objeto siempre esté en su lugar. Puede que al principio cueste y se da una autocrítica por un exceso de exigencias, pero el tiempo dará la razón a esta actitud; pronto se realizarán las cosas de forma automática y no parecerá en absoluto un esfuerzo.
No se debe olvidar nunca hacer la cama todos los días, lavar los utensilios de cocina o colocarlos en el lavavajillas después de su uso, dar un repaso general a toda la casa antes de ir a la cama. También se debe limpiar el inodoro, la ducha y el lavabo después de utilizarlo. Sacar la basura todos los días, crear un rincón para las llaves, papeles del buzón, facturas… y repasarlo diariamente para qué no se acumulen objetos ni papeles.