Del mismo modo que al aspecto y al sabor final de una tarta les antecede cierto tipo de ingredientes, la elección de su recipiento es tambíen indispensable. El mercado ofrece todo tipo de moldes para tartas clasificados tanto a partir de materiales y de formas, como de especificaciones según el postre. Porque, indudablemente, todo contribuye, en mayor o menor medida, durante la elaboración de la tarta ideal.
A cada tarta su molde
El ser humano y su obstinación culinaria en la dulzura, manifestación de su amor por los pequeños caprichos, encuentra en las tartas un mar de posibilidades. Son muchos los tipos de tarta que vienen a la cabeza tan sólo al conjurar su nombre. Y, más allá, incluso es palpable el recuerdo efervescente de su sabor en las papilas. No obstante, muchas personas no reparan en un elemento crucial de su elaboración e incluso su aspecto final: los moldes para tartas. Un utensilio que, trascendiendo su propósito esencial de servir como recipiente de cocción para una tarta, está conformado por todo un mundo de formas y de prestaciones.
Con ello, Moldesparatartas.com es una página web especializada en todo tipo de moldes para tartas con los que maniobrar perfectamente en la cocina. Basándose en la premisa increíblemente verosímil del terrorífico “último momento”, cuando uno se percata de que dispone de los ingredientes, pero no del molde. En definitiva, un espacio que concatena distintos tipos de moldes según la finalidad o condiciones que requiere la elaboración del producto. Porque, a pesar de que el uso de una fuente de cristal sea de algún modo un útil salvavidas, nada mejor que contar con un buen molde que se ajuste a todo cuanto haga falta.
De hecho, cada molde, y aunque su uso al final dependa del repostero doméstico que lo emplee, a menudo está diseñado bajo un propósito específico. Es decir, que, bajo ese parámetro, no es lo mismo un molde para tartas de queso que uno para un pastel de chocolate. Y, del mismo modo, un molde de silicona nos proporcionará ventajas que uno de acero inoxidable no otorgará y viceversa. Si el objetivo es el de, más que agilizar, asegurar un buen proceso culinario y un mejor resultado gastronómico en nuestra tarta, es preciso saber todo lo posible respecto al recipiente de su elaboración.
Tantos moldes como tipos de repostería
Tomando una pequeña reducción a lo aparentemente sencillo, incluso los moldes galletas son toda una revelación que atestigua la importancia de un buen molde. Más allá de los distintos tipos de formas que el mercado ofrece, tanto minimalistas como más originales, todo radica en el material que, además, depende del tipo de galleta. En ese sentido, mientras que los moldes metálicos son sencillos de utilizar, los de silicona permiten formas más intrincadas, así como un desmoldado más veloz y seguro. Es decir, que cabe atender a todo cuanto concierna a lo que buscamos. Y si nos dirigimos a una tarta, el asunto se pone serio.
Del mismo modo que con los materiales de los moldes de galleta, los moldes para tarta pueden ser tanto de silicona, como de aluminio. La silicona permitirá una mayor flexibilidad, además de aplicación en frío y un precio más asequible. Por otra parte, el aluminio es un buen conductor del calor, tiene más durabilidad y no se deforma fácilmente. Del mismo modo, si lo ideal es un molde desmontable, que brinda mayor seguridad y rapidez para presentar impolutamente una tarta, el material seguramente será de aluminio o similar. Por lo que la opción de emplear este tipo de material aúna distintas ventajas que, sin embargo, compiten bien contra la silicona.
Cuanto a la forma total de la tarta, los moldes cuadrados han ido ganando cada vez más terreno a los convencionales moldes redondos. Más allá de a causa de apostar por una presentación distinta, por su variedad de materiales. Disponiendo de moldes fabricados desde con acero inoxidable o antiadherente, hasta con aluminio fundido e incluso cerámica vitrificada. Con la forma, el tamaño es también un gran punto a tener en cuenta, ya que el sector dispone de grandes moldes para voluminosas tartas, del mismo modo que tamaños reducidos para pequeñas tartas de queso o similares.
Tipologías, trucos y especificaciones
Del mismo modo que los materiales y las formas interfieren en el momento de escoger el molde idóneo, a ello también se le suma el destino subyacente de la tarta. Existen moldes originales, contando con distintas formas para tartas caracterizándolas a partir de dibujos animados o diseños de coches, castillos y otros elementos. Asimismo, es posible que una tarta de manzana requiera de un molde específico y muy distinto al molde que necesitaría una de tres chocolates. Debido tanto a criterios relacionados con el material y su relación con las temperaturas, como a la facilidad o complejidad de separar la tarta final de su molde sin sufrir imperfecciones.
Cuanto a otros productos de repostería, también se ofrecen distintos tipos de moldes enfocados a bizcochos u otros tipos de postres. Un bizcocho, por ejemplo, requerirá por encima de todo de un molde antiadherente, aunque ello pueda solventarse espolvoreando un poco de harina o untándolo con mantequilla. Con ello, sin embargo, dado su uso específico, es posible que el precio sea algo más elevado respecto a un molde convencional. Pero su durabilidad, unida a lo específico de su naturaleza, hará de dicho molde una herramienta crucial para la elaboración perfecta de un bizcocho.
Además, a menudo son los trucos que utilizamos en cocina los que pueden contribuir a la obtención de una buena tarta o postre sin contar con su molde correcto. Una tarta de manzana, por ejemplo, si no se dispone de un molde desmontable, puede desmoldarse sin errores colocándolo de forma invertida. Por lo que, una vez se haya extraído del recipiente, su forma permanezca lo más estable y sólida posible. Pero si el objetivo es el de trascender la pericia culinaria hacia herramientas útiles y eficientes, nada mejor que consultar una página como Moldesparatartas.com para encontrar el molde perfecto para tu tarta.