No hay duda de que se trata de uno de los aparatos más utilizados desde su creación, sabiendo que fueron una auténtica revolución en su momento y que, en la actualidad, se utilizan bastante, sobre todo en las épocas más veraniegas.
Es evidente que la Revolución Industrial trajo a la sociedad un gran número de inventos que causaron sensación en su momento. Entre los muchos que se pueden mencionar, es importante destacar los ventiladores de techo, sabiendo que son unos aparatos que proporcionan frescor y se convierten en la mejor alternativa en los meses de más calor.
Teniendo en cuenta todo lo que proporcionan, no es de extrañar que este tipo de ventiladores se utilicen frecuentemente en las viviendas, con el añadido de que, debido a su popularidad, cada vez son más los fabricantes que se decantan por ofrecer estos dispositivos, introduciéndoles nuevas prestaciones al respecto.
Hoy en día comprar ventiladores de techo se ha convertido en una acción muy común, sabiendo que existen numerosos modelos y diseños, perfectamente adaptables a cualquier espacio que se necesite. Sin duda alguna, es una de las mejores opciones si se quiere tener una casa bien climatizada y refrigerada y a su vez, hacerlo de manera sencilla, rápida y económica.
¿Por qué son tan refrescantes?
Para entender por qué estos aparatos son tan refrescantes, lo primero que hay que decir es que se consideran máquinas de fluido, precisamente por este motivo, no están diseñados para bajar la temperatura del aire. Si bien, cuenta con la capacidad de hacer que los usuarios, tengan esa sensación de frescor en los habitáculos en los que estén instalados.
Todo esto es posible porque, al estar el aire en movimiento, se aumenta notablemente esa sensación, puesto que, gracias al movimiento generado, permite que se evapore la humedad de la piel más fácilmente. Además, el movimiento también hace que se elimine el calor del cuerpo, de ahí que el uso de estos dispositivos sea tan ventajoso.
¿Cuántos tipos de ventiladores de techo existen?
Según algunas características esenciales, así se puede hablar de 6 tipos de ventiladores de techo principalmente.
Interior o exterior
Son los más tradicionales y los que se ven comúnmente en las viviendas. La principal diferencia entre los específicos para interior y los que hay para exterior, es la resistencia que presentan a ciertas condiciones meteorológicas.
Tipo de control y sistema de encendido
En este caso, se pueden encontrar ventiladores que se encienden a partir de un interruptor, también los hay con mando a distancia o los que se accionan a través de una cadena que tienen.
Sencillos
Se trata de los modelos más económicos, que simplemente vienen dotados con un pequeño motor y aspas.
Con luz
Además del motor y las aspas, en este caso los ventiladores también vienen dotados con luces, por lo que permiten la colocación de bombillas.
Decorativos
Finalmente, los ventiladores decorativos son aquellos que presentan modelos y diseños únicos y originales, con diversos acabados de todo tipo, desde aquellos que tienen líneas más rectas y convencionales hasta los curvos más modernos.
¿Cuánto consumen los ventiladores de techo?
Como es lógico, el consumo total de estos aparatos variará según el modelo elegido, no obstante, el consumo estándar suele oscilar entre los 15 y los 30 vatios, si se utilizan a una velocidad baja. En el caso de que la velocidad sea media entonces estará en el rango entre los 30 y 50 vatios, mientras que, a altas velocidades, se puede llegar hasta los 100 vatios. Lo habitual es que, al año, el consumo sea de en torno a 800 kWh.
Principales ventajas de los ventiladores de techo
Son muchas las ventajas que se pueden nombrar con respecto a los ventiladores de techo. En cualquier caso, una de las más importantes es que se trata de dispositivos muy económicos, a la par que ayudan a tener un mayor ahorro de energía.
De igual modo, son aparatos más decorativos, que se instalan fácilmente y apenas hacen ruido.
Además, no suelen ser dañinos para la salud, favorecen el que se ahuyente a las moscas y mosquitos y evitan que se concentre una gran cantidad de humedad en espacios como los baños.