Plantar cara a una entidad bancaria no es una tarea sencilla. Los bancos están más que preparados para defenderse con uñas y dientes a nivel legal, y más frente a cualquier ciudadano de a pie. Esto ha llevado a que tengan lugar numerosos contratos con cláusulas abusivas, con sobrecostes que han recaído en los hombros de los clientes cuando no les correspondía a ellos abonarlos. Por suerte, los tiempos cambian y las cosas de facilitan para el consumidor.
Porque ya podemos contar con la ayuda de abogados especializados en reclamaciones bancarias. Cuando hay que sentarse frente a los responsables de una entidad para decir que no a ciertas condiciones excesivas, para reclamar la devolución de importes que no eran correctos o, simplemente, para renegociar contratos que no son justos, ahora podemos recurrir a especialistas en la materia que se encargarán de garantizarnos la mejor respuesta y las mejores condiciones.
Abogados especialistas en reclamaciones bancarias: un bote salvavidas
Solo hay que pensar en las hipotecas. Durante muchos años, los consumidores han tenido que abonar lo que se conoce como cláusulas suelo, un porcentaje que se traducía en un importe considerable y que, tras una sentencia en los tribunales, ha resultado ser algo que los consumidores no tenían que pagar. Cualquier persona que lo hubiera hecho tenía la oportunidad de reclamar la devolución de dicho dinero de manos del propio banco, alegando unas condiciones abusivas y recurriendo a la sentencia dictada por los tribunales.
Aunque fuera algo bastante mediático, la información relacionada con la materia no era accesible para la mayoría de personas. Afortunadamente, existen muchos abogados especialistas en cláusulas suelo que nos ayudarán a declarar la nulidad de dicha cláusula así como de recuperar los intereses abonados. En caso de emprender el requerimiento legal, son ellos los que se encargan de prepararlo todo, recogiendo documentación, estableciendo la defensa y, por supuesto, cuantificando con precisión todo el dinero a reclamar a los bancos.
Porque, en muchos casos, ya no es solo la cláusula suelo, es el perjuicio que su pago ha podido causar en el cliente y la compensación que correspondería por ello. Todo esto es algo que los abogados valoran cuando estudian el caso, en toda la fase previa, para saber cómo proceder y así poder garantizar las condiciones más adecuadas. Aun así, su labor no se limita solo a la de las famosas cláusulas de las hipotecas y las viviendas. No solo nos pueden ayudar en este caso, los conocidos como «abogados cláusula suelo» nos atenderán ante cualquier reclamación bancaria, ya sea cláusula suelo, o las tarjetas revolving, que generan la mayor parte del trabajo a estos abogados.
Son un escudo para cualquier intento de abuso de un banco, sea a través de contratos, a través de comisiones injustas, a través de cualquier mecanismo contemplado por la ley como perjudicial para el consumidor. Por extraño que pueda parecer, las grandes compañías muchas veces sobrepasan esa línea roja, aprovechándose del desconocimiento de los consumidores, que solo pueden estar al tanto si cuentan con el asesoramiento de bufetes o abogados profesionales que estén especializados en la materia. Debemos insistir, su labor es más que necesaria en un panorama en el que cada vez hay que andarse con más ojo.
¿En qué más puede ayudar un abogado de reclamaciones bancarias?
Como ya hemos mencionado, la especialidad de este tipo de abogados es trabajar por cualquier reclamación contra un banco. Las cláusulas de las hipotecas son solo la punta del iceberg, los casos más sonados, pero solo una décima parte de todo lo que se da día a día con las entidades bancarias. Uno de los casos también más sonados es el de las tarjetas revolving, esas tarjetas ofrecidas por entidades como Wizink, Santander y otros bancos que son auténticas trampas para los consumidores.
No es para nada una exageración, el funcionamiento de estas tarjetas consiste en establecer una serie de intereses que van aumentando en caso de demora y con cada pago. Así, al fraccionar un pago en otros más pequeños para poder afrontarlos al usar la tarjeta, se generan más intereses que se acumulan y poco a poco generan un bucle imposible de romper. Tal ha sido la magnitud de este problema, que se ha acabado buscando una solución en una Ley de Usura que llevaba décadas en activo, pero que no todo el mundo conocía.
Aun así, también hay otros casos interesantes. Algunos bancos cobran comisiones por descubiertos o por impagos. En efecto, en el caso de tener la cuenta en números rojos, hay entidades que cargan una comisión extra al usuario. Esto ha sido también fruto de numerosas reclamaciones y casos para este tipo de abogados. Y es que, a nivel legal y práctico, cobrar por unos números rojos no es ningún servicio. Muchos lo desconocen y caen en la trampa, pero precisamente estos abogados saben que no se debe hacer y actúan contra ello asesorando a sus clientes.
Lo más positivo de contar con estos profesionales en leyes y todo lo relacionado con trámites y entidades bancarias no es solo que se encargan de defender a los consumidores, también les asesoran en todo momento. Ante cualquier situación dudosa con un producto bancario o financiero, aconsejan y recomiendan para evitar cualquier clase de engaño. Así, si se tienen dudas, se puede contactar fácilmente para aclararlas y, en caso de ser necesario, proceder según corresponda para llegar a una situación más justa en caso de haber alguna clase de abuso por parte del banco.
La ley ampara al consumidor
Desde hace años, la ley ha perseguido más que nunca cualquier cláusula negativa para los usuarios. La Ley de Úsura es solo uno de tantos ejemplos de que no todo lo que dicta el contrato de un banco está en lo correcto. Muchas veces se cuelan cláusulas abusivas y perjudiciales, y los tribunales siempre fallan a favor del cliente en caso de darse situaciones así.
Por eso, no hay que tener miedo de disputar lo que corresponde. Al menos ahora, con estos abogados, es más fácil moverse con seguridad en un entorno que, por lo general, es bastante hostil hacia las personas que no tienen el conocimiento adecuado.