Los productos ibéricos tienen un gran reconocimiento en el mundo gastronómico. Sin embargo, existe un embutido muy popular entre las personas que buscan deleitar su paladar en casa, donde este producto es el principal protagonista en las recetas.
Un embutido que no debe faltar
El morcon ibérico es un producto que se prepara usando carne magra de cerdo, proveniente de la paletilla, la cual se corta en grandes pedazos y se envuelve en el apéndice del intestino grueso.
Aunque tiene características similares al chorizo ibérico, ya que este se prepara usando el intestino delgado, el picado y adobado de ambos productos es diferente.
Una de las características de este producto ibérico es la calidad, gracias a que proviene de cerdos criados en libertad y con una excelente dieta. Al ser alimentados con bellotas y recursos naturales de las dehesas, el sabor, el aroma y la textura del producto son increíbles y deliciosos.
El picado es otro aspecto que lo diferencia del chorizo ibérico, el cual se realiza siguiendo técnicas cuidadosas, que solo un especialista puede realizar de la forma correcta. El picado se combina con adobo, para conseguir un sabor parecido al chorizo.
Después se añade pimentón, el cual proporciona el color rojo característico del producto, así como ajo y sal a la preparación, siempre usando productos naturales para obtener resultados únicos.
Además, la tripa usada para su elaboración, se limpia de manera exhaustiva para introducir la mezcla. Luego se elimina el aire y las impurezas que puedan afectar a la calidad del producto ibérico, para finalizar con la curación en los tiempos adecuados.
El tiempo de secado y curación es mínimo de tres meses, después se compacta y se ata con un hilo o malla elástica, para juntar toda la unidad y conseguir una óptima consistencia para evitar que se deshaga cuando se hacen lonchas.
El embutido tiene una jugosidad excepcional, acompañada de una morfología irregular, aunque su sabor es similar al chorizo. También destaca una textura y sabor parecidos al lomito ibérico de bellota, mayormente por la presencia del pimentón.
Cuando se prueba, el sabor queda durante mucho tiempo en la boca, gracias a la lenta maduración y a la calidad de la carne de los cerdos. A pesar de tener una morfología irregular, la textura del embutido es compacta y firme, aunque si se corta muy fino, termina por separarse.
Se recomienda cortar la pieza con un grosor entre 80 a 100 mm para conseguir un pedazo jugoso y una textura increíble. El aroma del embutido es cálido e intenso, por lo que su preparación puede dotar de un aroma extraordinario al plato.
Un embutido para cualquier receta
El embutido ibérico se puede preparar de diferentes maneras en casa, gracias a que es un ingrediente muy versátil dentro de la cocina.
Se puede elaborar como un plato gourmet con el cual deleitar al paladar de los invitados de una reunión o fiesta, cortando la pieza en lonchas, con aceite de oliva extra virgen por encima, combinado con queso de oveja.
Hacerlo en forma de tortilla es una buena idea para disfrutar en el almuerzo, dado que aporta energía para el resto del día. Prepararlo junto con pasta y añadiendo picante, no dejará indiferente a nadie.
Para las pizzas, el embutido es un gran sustituto del chorizo ibérico, de forma que con trocitos horneados y con queso derretido alrededor, se puede conseguir una comida deliciosa para degustar.
Lo más recomendable es comprar el embutido en una empresa dedicada a su venta, esto asegurará la compra de un producto de calidad y 100% de raza pura, ya que son más complicados de encontrar en cualquier mercado normal.
Al tratarse de una empresa que se encarga de la cría de los cerdos, y sigue un proceso de elaboración y curación artesanal muy meticulosa, el embutido mantendrá sus características en cuanto a sabor, aroma y textura. El precio del embutido dependerá del grado de pureza, por lo que un porcentaje alto del mismo, querrá decir un precio más elevado.