Toda persona sueña con tener un jardín exuberante y saludable que además, sea atractivo, para disfrutar del verdor de las hojas de las plantas, de la sombra que proporcionan, de las flores que producen y de la paz que se respira. Sin embargo, no se trata solo de comprar diversas flores y abono, sino de cumplir con ciertos trabajos para que esté siempre a punto.
Obtener una tierra sana y sin productos químicos
El suelo y la tierra son los componentes más cruciales de un jardín. La salud de las plantas se basa en un suelo sano, vivo, sin productos químicos y que esté bien nutrido. Se puede acudir a una empresa jardineria para que haga el trabajo. Pero también se pueden comprar productos ecológicos.
Los pesticidas y los fertilizantes dañan los microorganismos útiles que ya están presentes en el medio. Los fertilizantes desequilibran la nutrición de la planta, lo que la hace más vulnerable a las plagas y a los daños causados por el frío o el calor. Además, contaminan el agua y producen formas insolubles en el suelo.
Sustituir los abonos artificiales por los naturales
Cuando se usan los fertilizantes químicos en la tierra del jardín vienen los problemas de desbalance nutricional. Estos aumentan la susceptibilidad de las plantas a las plagas y enfermedades.
Por eso, la mejor forma de enfrentar estos inconvenientes es la utilización de microorganismos que aporten el nitrógeno necesario y diversos nutrientes para mantener las plantas sanas. Una empresa de jardinería Málaga puede hacerse cargo de este trabajo, ya que con su experiencia, habilidades y gracias al uso de los productos adecuados, se consiguen excelentes resultados.
Cuidar la alimentación de las plantas
Los productos que brindan nutrientes a la tierra son necesarios para que las plantas crezcan en un suelo que esté sano y libre de agentes patógenos. Una estructura con microorganismos mejora la capacidad de la planta para absorber los nutrientes, lo que se traduce en más vigor y crecimiento.
Emplear agua de riego
Es fundamental que el agua de riego sea de alta calidad. Cuando se utiliza agua que contiene cal, el pH del suelo se modifica, haciendo que algunos microelementos del suelo sean inaccesibles para las plantas.
Lo ideal es contratar a una compañía que haga la instalacion de sistemas de riego como es debido porque el cloro del agua del grifo puede dañar las plantas e impedir el desarrollo de bacterias ventajosas en el suelo.
El agua de lluvia recogida en los canalones del tejado puede utilizarse para evitar estos problemas.
Prevenir las plagas
Dado que los insectos dominan la capacidad de implantar sus crías en plantas más débiles, mantener las plantas sanas minimiza la puesta de huevos de estos insectos.
Una fertilización excesiva con nitrógeno hace que las plantas sean más débiles y frágiles, lo que las hace más vulnerables al ataque de los insectos.
Si se tiene duda sobre qué productos usar es mejor contar con servicios jardinería que tenga expertos que puedan guiar o asesorar en esta materia.
Atraer a los insectos útiles
Las plantas sin productos químicos tienden a atraer a los insectos que son buenos para ellas. Las flores necesitan la fertilización de los polinizadores para producir semillas y frutos.
Sin embargo, hay otros que también están presentes en la fauna circundante de la planta, como los depredadores de plagas o los insectos parásitos que ayudan a controlarlas.
Podar de las partes secas de las plantas
La poda de las zonas muertas o dañadas de la planta favorece su desarrollo y mejora su aspecto. Esto ayuda a que la planta sane y crezca, a la vez que previene enfermedades fúngicas.
Aportar materia orgánica
No se puede pasar por alto la importancia de la materia orgánica para la tierra en la que crecen las plantas. Esta hace posible el crecimiento óptimo de las plantas en un suelo sano y libre de elementos dañinos, sino que puede albergar flora y microbios que son beneficiosos para que el jardín prospere.
El mejor método para conseguirlo es añadir humus de lombriz al suelo, que, además de ser materia orgánica y mejorar la estructura del suelo, también aporta nutrición a las plantas.