Es obvio que vivimos en un mundo cada vez más industrializado y competitivo. Por esa razón, es evidente que debemos tomar la riendas de cualquier proyecto industrial para poder llevarlo a cabo con las mejores garantías. Esto es algo que no se hace de la noche a la mañana y que requiere del Desarrollo integral de productos y protipos para poder asegurarse la viabilidad del proyecto y contar con las mayores posibilidades de éxito. Si ya de por sí todo esto implica un trabajo enorme y un alto coste económico, debemos garantizarnos que su resolución permita recoger beneficios y que la puesta en marcha de un proyecto interesante se ejecute como es debido. En el mundo de la industria no valen las segundas oportunidades ni trabajar de manera exclusiva mediante el método de ensayo error.
¿Qué es un prototipo industrial?
Se entiende como prototipo la representación física del diseño de un producto, y que se ejecuta para comprobar cuál es la viabilidad de ese producto de cara al futuro. Son muchos los factores implicados durante el diseño de un prototipo industrial, ya que hay que medir parámetros como la funcionalidad, o cuál va a ser el rendimiento antes de comenzar a producirlo en masa. Disponer de un prototipo es una forma de valorar nuestro proyecto antes de dar el siguiente paso.
Un prototipo permite identificar cuáles son los fallos de diseño, y así poder ir mejorándolo hasta obtener la calidad deseada. Las técnicas de impresión 3D han facilitado bastante la puesta en marcha de un prototipo, pero es evidente que en todo caso, siempre se requiere una cuidadosa planificación y ejecución para garantizar que el producto final cumpla con todos los requisitos.
A la hora de diseñar un prototipo se utiliza un modelo CAD, que es el que posteriormente permitirá crear otro en 3D. Una vez que este modelo se ha ejecutado de forma física, es el momento de comenzar a comprobar parámetros como la durabilidad, la resistencia o el rendimiento que producirá.
En definitiva, un prototipo es fundamental a la hora de desarrollar un producto, ya que nos da una idea muy próxima a lo que será el resultado final, pudiendo realizar las pruebas que se estimen oportunas antes de comenzar a producirlo. Esto implica elegir los materiales idóneos y optimizar todos los recursos a nuestro alcance. De esta manera, podemos ir dando los pasos necesarios para asegurarnos un prototipo eficiente, acorde con lo que deseamos y que sea un fiel reflejo del producto final que llevaremos a cabo más adelante.
La consultoría como medio para avanzar
La industrialización de cualquier tipo de proyecto implica una tarea de consultoría. Es evidente que hay que contar con la figura de profesionales adecuados expertos en consultorías industriales para seleccionar los materiales más adecuados, así como la tecnología a aplicar. Cuando se emprende, todo puede parecer bastante complicado y de hecho lo es. Por esa razón, a la hora de desarrollar un producto es fundamental contar con el apoyo preciso para evitar que este se prolongue en el tiempo más de lo debido, que haya que realizar inversiones más costosas o quedamos emplear el método de ensayo error de manera reiterativa para que nuestro proyecto sea viable.
Los servicios de consultoría industrial se adaptan a las necesidades de cada negocio y de cada perfil de cliente y pueden cubrir una amplia gama de ámbitos diferenciados. Cuando se trabaja con un equipo de consultoría, las empresas pueden tener acceso a conocimientos y recursos que de otro modo no tendrían a su alcance o serían difíciles de obtener. Visto de esta manera, una acertada estrategia de consultaría es la forma más sencilla de ahorrar tiempo. Esto nos permite tomar decisiones adecuadas sobre las futuras estrategias de crecimiento.
Debemos pensar que una consultoría industrial siempre es una inversión bien realizada, ya que permite ahorrar tiempo, dinero y recursos. Nos da las pautas para identificar aquellas áreas en las que podemos ser más eficientes y rentables. Con ello, garantizamos que nuestro proyecto rinda al máximo en todo momento, evitando factores como el azar o la falta de previsión.
La buena comunicación entre el equipo de consultoría y nosotros posibilitará ser mucho más efectivos, y saber que nuestro proyecto está en buenas manos. De la misma manera, el servicio de consultoría posibilita dar la solución más efectiva a cada perfil de cliente. Cabe recordar que el mundo de la industria evoluciones de una manera muy rápida, y hay que saber adaptarse a todos los cambios que están por venir. De nada vale tener una idea buena si no la sabemos materializar, o que nos empeñemos en desarrollar por nosotros mismos sin el asesoramiento adecuado. Garantizarse un seguimiento en todo momento de nuestro proyecto permite evitar inversiones fallidas y, por tanto, que todo lo que tengamos entre manos termine viendo la luz.
