El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha comparecido este miércoles en el Congreso para abordar la gestión del Gobierno tras las devastadoras riadas que afectaron al sur de Valencia, causando la trágica cifra de 231 muertes y dejando a varias personas desaparecidas. En su intervención, Marlaska ha señalado la supuesta negligencia del Consell de la Comunitat Valenciana en la gestión de la emergencia, planteando interrogantes sobre la falta de acción ante los avisos meteorológicos emitidos por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
El titular de Interior ha recordado que las alertas se emitieron con antelación, incluyendo una alerta de nivel rojo para el litoral sur de Valencia a las 7:31 de la mañana del 29 de octubre, extendiéndose a toda la provincia a las 09:43. Marlaska ha rechazado la idea de un «apagón informativo», afirmando que la comunicación con el centro de emergencias de la Comunidad Valenciana fue constante y que se enviaron 198 correos electrónicos desde la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Responsabilidades en la gestión de la crisis
El ministro ha resumido su intervención afirmando que «está claro quién no falló», aludiendo a las acciones preventivas llevadas a cabo por diversas entidades y ayuntamientos que cancelaron actividades y enviaron a sus empleados a casa. En contraposición, ha cuestionado la actuación del Consell, insinuando que «algunos dirigentes no han estado a la altura de las circunstancias».
Marlaska también ha defendido la estructura autonómica de gestión de emergencias, argumentando que ninguna comunidad autónoma solicitó al Ministerio del Interior la declaración de emergencia de interés nacional, y que el nivel 3 de emergencia nunca se ha activado en España. A pesar de que desde Valencia se pensaba que el Gobierno debía asumir el mando, no hubo comunicación formal al respecto.
En su discurso, el ministro ha arremetido contra las acusaciones del Partido Popular y Vox sobre la supuesta inacción del Gobierno central, defendiendo que «el Estado no ha fallado». Ha señalado que las críticas hacia el Ejecutivo son infundadas y ha desmentido rumores respecto a la demolición de presas, destacando que «en Valencia no se ha derribado ninguna presa entre 2018 y 2024».
Por otro lado, Marlaska ha defendido la actuación de la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, quien ha sido objeto de críticas por parte del PP. El diputado Fernando de Rosa ha centrado sus acusaciones en Bernabé, sugiriendo que su gestión durante la crisis ha sido deficiente y que deberá dar explicaciones al respecto. Sin embargo, el ministro ha calificado su actuación como «ejemplar».
Esta comparecencia se suma a las anteriores de otros miembros del Ejecutivo, quienes han sido llamados a rendir cuentas sobre la respuesta del Gobierno ante las devastadoras consecuencias de las riadas. La presión política sobre el Consell y la gestión de la emergencia continúa en aumento, mientras las víctimas y los afectados esperan respuestas y soluciones a los estragos causados por la catástrofe.
