Las condiciones meteorológicas han alcanzado un nivel sin precedentes en el Reino Unido e Irlanda, donde una tormenta denominada Eowyn está causando estragos significativos en la vida cotidiana y en los desplazamientos. Los meteorólogos han advertido que nunca habían presenciado una tormenta de tal magnitud, lo que ha llevado a la emisión de alertas rojas en varias regiones.
En las primeras horas de la mañana, la tormenta rompió récords de velocidad del viento, alcanzando casi 135 km/h en Mace Head, condado de Galway. Esto ha provocado la cancelación de cientos de vuelos y la suspensión de numerosos servicios de tren, dejando a miles de viajeros a la espera y sin opciones claras para continuar sus trayectos.
Impacto en el transporte y la vida cotidiana
Las autoridades han instado a la población a permanecer en sus hogares debido a las peligrosas condiciones climáticas, que se prevé que persistan a lo largo del día. Escocia, Irlanda e Irlanda del Norte han emitido advertencias raras de nivel rojo, mientras que otras áreas del Reino Unido han recibido advertencias amarillas y ámbar. Esta situación ha llevado a que los aeropuertos de Londres, como Heathrow y Gatwick, y otros importantes como los de Glasgow y Dublín, cancelen prácticamente todos sus vuelos hasta el mediodía, y posiblemente más allá.
La red ferroviaria también ha sufrido un impacto considerable. Operadoras como ScotRail han suspendido todos los servicios en Escocia, citando que no sería seguro operar los trenes bajo las actuales condiciones meteorológicas. Otros operadores han emitido advertencias de «no viajar», afectando a rutas en partes de Gales del Norte, Escocia y el norte de Inglaterra.
La tormenta ha dejado a más de 715,000 hogares y negocios sin suministro eléctrico en Irlanda, y más de 93,000 en Irlanda del Norte. Las escuelas en ambas regiones han cerrado sus puertas como medida de precaución. En este contexto, las autoridades han recordado a los pasajeros que, según la legislación de la UE y del Reino Unido, las aerolíneas y las compañías de tren no están obligadas a reembolsar los billetes si los servicios se cancelan por «circunstancias extraordinarias», como es el caso de las condiciones climáticas adversas.
Sin embargo, las aerolíneas tienen la obligación de atender a los pasajeros durante los retrasos, proporcionando alimentos, bebidas y, en caso necesario, alojamiento. La Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido ha subrayado su compromiso de garantizar que las aerolíneas cumplan con estas obligaciones, recordando que se tomarán medidas si no se respetan los derechos de los viajeros.
En este complicado escenario, la solidaridad y la capacidad de respuesta de las comunidades se ponen a prueba, mientras que las autoridades evalúan la situación y se preparan para las posibles repercusiones a largo plazo de esta inusual tormenta.