La petrolera estatal saudí Aramco ha reportado una caída en sus beneficios netos, alcanzando los 106.200 millones de dólares en 2024, en comparación con los 121.300 millones del año anterior. Este descenso refleja la presión que ejercen los precios globales del petróleo, los cuales han visto una considerable fluctuación debido a un aumento en la producción mundial y una desaceleración en la demanda.
En este contexto, Aramco ha anunciado un dividendo base para el cuarto trimestre de 2024 de 21.100 millones de dólares, aunque el pago vinculado a su rendimiento será de tan solo 200 millones. Para poner esto en perspectiva, en el tercer trimestre, el dividendo base fue de 20.300 millones y el rendimiento vinculante alcanzó los 10.800 millones de dólares. Estos números evidencian cómo la empresa, a pesar de ser uno de los gigantes del sector, no es inmune a las vicisitudes del mercado energético global.
Impacto de los precios del petróleo en las finanzas de Aramco
La disminución en los beneficios de Aramco se ha visto influenciada por la caída en los precios del petróleo. Según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, el precio promedio del crudo Brent se situó en 80 dólares por barril en 2024, lo que supone una ligera disminución respecto al promedio de 82 dólares de 2023. Este fenómeno no es nuevo y refleja una tendencia en el mercado energético, donde la oferta supera a la demanda, afectando directamente a los ingresos de las principales compañías petroleras.
La facturación de Aramco cayó a 436.600 millones de dólares en 2024, una reducción frente a los 440.800 millones del año anterior. Estas cifras no solo son un reflejo del entorno económico, sino que también revelan la complejidad y los desafíos que enfrentan las economías que dependen en gran medida de los recursos naturales, en un mundo que se desplaza hacia alternativas energéticas más sostenibles. Sin embargo, es esencial considerar el contexto en el que operan estas naciones, donde la estabilidad y la soberanía económica suelen ser prioridades fundamentales.
Este informe sobre la situación de Aramco es un recordatorio de cómo las dinámicas del mercado energético global impactan a los países productores de petróleo, y cómo la dependencia de un recurso tan volátil puede influir en sus políticas económicas y sociales. A medida que el mundo avanza hacia nuevas formas de energía, la adaptación y la resiliencia de estas naciones se convertirán en factores cruciales para su futuro.
