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El gobierno de Milei le declaró la guerra al pueblo de Argentina

In Opinión
marzo 14, 2025

Mariano Utin | Es sabido que Ludwin Von Mises en su libro «Liberalismo» dejó sentada su posición de preferir un gobierno autoritario a que el país caiga en manos del comunismo o de un gobierno de las masas trabajadoras. Mises, a su vez, no solo escribió esto sino que lo llevó a la acción a través de su colaboración con Dollfuss y su régimen austrofascista en la Austria de los años 30 del siglo pasado. Lo mismo hará su discípulo Friederich Von Hayek cuando en su visita al Chile de Pinochet declaró en una entrevista dada a el diario EL Mercurio el 19 de abril de 1981 que «la democracia necesita de una buena limpieza por un gobierno fuerte». Su actitud dejó pocas dudas y sus palabras fueron cuidadosamente escogidas: «como comprenderá, es posible a un dictador gobernar de modo liberal. Y también es posible a una democracia gobernar con total falta de liberalismo. Personalmente, prefiero un dictador liberal a un gobierno democrático que carece de liberalismo». La preferencia era indiscutiblemente clara. Milei se considera a sí mismo como un heredero y discípulo de la Escuela austríaca y de estos dos «popes» liberales (Mises y Hayek), por lo que se entiende perfectamente la actual deriva autoritaria del gobierno que preside. Cuando un orden burgués-liberal y neocolonial, como el actual régimen argentino, pierde el consenso de la mayoría de la población y ve peligrar su proyecto de saqueo y explotación, y la casta administradora de dicho saqueo ve o imagina peligrar sus privilegios; es cuando se ve forzada a sacar a sus fuerzas de seguridad para reprimir violentamente a las masas trabajadoras que empiezan a tomar conciencia de las causas de su hambre, miseria y postración. Esto, lejos de ser un signo de fortaleza del régimen, es un claro signo de debilidad.

En Argentina los jubilados marchan todos los miércoles hace muchos meses porque han sido una de las principales variables de ajuste de este plan económico genocida. La jubilación mínima más el bono es de $349.121, unos 300 dólares mensuales, (a marzo del 2025), mientras la canasta básica alimentaria llegó a un valor de $449.314 (400 dólares). Es decir, las jubilaciones están por debajo de la línea de hambre. Sin contar que a esto se deberían agregar los gastos de vida como los servicios básicos (agua, gas, luz), impuestos, alquileres, y en el caso de las personas mayores, los medicamentos que han tenido una suba este último año de un 90% y que ya no se suministran gratis como en el gobierno anterior, haciendo que los jubilados tengan que optar entre comer, pagar los servicios o sus medicamentos. De la reducción del «gasto público» de Milei, para «crear» su «elogiado» superávit fiscal, los jubilados fueron los que cargaron con el mayor peso del recorte significando un 30% del mismo. Milei se pavonea de esto con lo cual se muestra orgulloso de hambrear a los jubilados, es decir, de descargar la mayor parte del ajuste feroz sobre los trabajadores pasivos, para mostrar ante el mundo que su plan de «estabilización y baja de la inflación» es una maravilla genial.

Pero la saña contra los mayores es la gota que parece haber rebalsado el vaso. Castigar económica y físicamente a «nuestros viejos» parece ser una línea roja que el pueblo trabajador en su conjunto no parece permitir pasar. El pueblo argentino ha venido soportando en estos casi 14 meses de gestión un saqueo infinito a su bolsillo que lo está llevando a la muerte por inanición, por lo que; o reacciona o perece.

Ahora, en medio de este estado de desesperación por el naufragio de su plan económico por la falta de dólares y el desarme de los paquetes del Carry-trade por parte de los capitales especulativos que huelen su insustentabilidad, el Gobierno de ocupación se está mostrando tal cual es en todo su sadismo y pretende demostrar a sus mandantes que no le temblará la mano en reprimir, y si hace falta en matar, a su propio pueblo, para seguir sustentando un plan que implica, sin dudas, la venta de la patria y su sacrificio en el altar del gran capital. El plan político-económico liberal de sumisión al capitalismo financiero transnacional y depredador por parte de las élites financieras globales representadas por este verdadero gobierno de ocupación consiste en empobrecer a las capas medias y bajas de la población en aras de una deuda infinita provocada por la destrucción de la matriz industrial; el pago de la misma con el hambre del pueblo y del saqueo sistemático de sus recursos naturales, y la subordinación a un orden neocolonial anglocapitalista imperial.

Para esto hicieron que el pueblo, enloquecido por los medios de comunicación corporativos del régimen liberal neocolonial, votara un gobierno cipayo conducido por un payaso demente, ex panelista de televisión, cuyas promesas eran dolarizar la economía, quemar el Banco Central y conducirnos hacia un paraíso anarcocapitalista que nos liberara de los regímenes estatistas agobiantes del pasado.

El consenso sobre estas ideas delirantes se está cayendo por que la realidad material se está imponiendo al relato del régimen. El pueblo trabajador está comprobando todos los días como sus condiciones materiales de vida se degradan. Y como el pueblo argentino se está dando cuenta de la estafa a la que fue sometido, el gobierno entra en pánico.

El rey (Milei) está desnudo, desesperado y sigue hablando con su perro muerto mientras su Ministra de Seguridad (Patricia Bullrich, famosa catadora etílica de la uva), cuyos antecedentes en la función pública fueron el fracasado gobierno de De la Rúa, que renunció en una luctuosa jornada de diciembre con 40 muertos en la calle, haber sido Ministra de Seguridad de Macri cargando con las muertes de 2 jóvenes activistas sociales (Maldonado y Nahuel); saca a sus esbirros a balear, gasear y a apalear a los hambrientos y a los ajustados.

Siguiendo a Mises y a Hayek, Mieli y su banda de cipayos y forajidos, prefieren convertirse en un gobierno dictatorial (sincerando que una democracia liberal es una dictadura de la burguesía) a seguir siendo un gobierno «democrático» sin liberalismo económico. Prefieren ser un gobierno autoritario para imponer «la libertad», que es «su» libertad. La libertad del Anglocapitalismo Imperial Depredador para seguir esclavizando, explotando y saqueando la Patria de los trabajadores argentinos.

Por eso desde Vanguardia Argentina para la Liberación decimos que la nación necesita purgarse de este régimen cipayo y constituir un gobierno patriótico de trabajadores PARA LA LIBERACIÓN NACIONAL. Es Patria o muerte. No hay otra alternativa. Solo queda la lucha y la construcción de una alternativa real de y para los trabajadores argentinos.