
Las recientes discusiones en torno a las criptomonedas, y en particular sobre los stablecoins, han cobrado un nuevo impulso durante la conferencia Bitcoin 2025 celebrada en Las Vegas. Este evento, que reunió a más de 35,000 asistentes, no solo destacó el papel del bitcoin, sino que también puso de relieve la creciente influencia de los stablecoins en el panorama financiero y político estadounidense.
El auge de los stablecoins en Washington
Durante la conferencia, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, hizo historia al convertirse en el primer vicepresidente en dirigirse a la comunidad bitcoin, donde expresó su apoyo a la criptomoneda. En sus palabras, Vance destacó que los stablecoins no representan una amenaza para la integridad del dólar estadounidense, sino que son considerados como un multiplicador de la potencia económica del país.
Los stablecoins, que están diseñados para mantener un valor estable frente a activos no criptográficos, como el dólar, están en el centro de un movimiento legislativo que busca regular su uso y fomentar su integración en el sistema financiero estadounidense. La aceleración de las negociaciones en torno al GENIUS Act, un proyecto de ley en el Senado que establecería un marco regulatorio para los emisores de stablecoins, refleja este cambio.
La senadora Cynthia Lummis, quien ha estado al frente de estas negociaciones, anunció que el proyecto de ley será sometido a votación tras semanas de debates. Este avance es percibido como un paso crucial hacia la creación de una legislación que no solo beneficiaría a las criptomonedas, sino que también podría consolidar la posición del dólar como moneda de reserva a nivel global.
Con un respaldo cada vez mayor de la administración Trump, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ha comenzado a adoptar un enfoque más favorable hacia las criptomonedas, alejándose de su tradicional postura de adversidad. Esta evolución ha generado un clima propicio para que las instituciones financieras comiencen a participar activamente en el ecosistema de activos digitales.
En este contexto, empresas como Tether, que lidera el mercado de stablecoins, están posicionándose como actores clave al dirigirse a la población mundial desatendida por el sistema bancario tradicional. Su CEO, Paolo Ardoino, enfatizó que muchos de sus competidores se centran en un mercado restringido, mientras que Tether busca atender a la mayoría global excluida.
A medida que los stablecoins continúan ganando terreno, es evidente que su adopción está impulsada no solo por la necesidad de una alternativa financiera, sino también por las ambiciones de los líderes políticos de Washington, quienes ven en estas tecnologías una oportunidad para reafirmar la hegemonía del dólar en un mundo cada vez más digitalizado.