
La misión lunar de ispace: un nuevo paso hacia la exploración privada del espacio
La empresa japonesa ispace se encuentra en la fase final de su misión para aterrizar un módulo lunar en la cara oculta de la Luna, específicamente en una región inexplorada del extremo norte. Este ambicioso intento de aterrizaje, que se llevará a cabo el viernes según la hora japonesa, marca la última incorporación a la creciente competencia comercial en la carrera lunar, que ha visto un aumento significativo en la participación de empresas privadas desde 2019.
El módulo, denominado Resilience, es el sucesor de un primer intento que resultó en un aterrizaje fallido en 2021, lo que llevó a la elección de este nombre. Resilience transporta un pequeño rover equipado con una pala para recoger muestras del regolito lunar, así como una casa de juguete de un artista sueco, que será colocada en la superficie lunar. Este intento representa no solo una hazaña tecnológica, sino también un giro hacia la exploración del espacio por parte del sector privado, que ha enfrentado más fracasos que éxitos en sus esfuerzos hasta ahora.
Tras ser lanzado en enero desde Florida, el módulo Resilience alcanzó la órbita lunar el mes pasado. Su misión se desarrolla en un contexto donde otras empresas, como Firefly Aerospace, ya han logrado aterrizajes exitosos en la Luna, mientras que otras, como Intuitive Machines, han encontrado obstáculos en el camino. La elección de ispace de aterrizar en un área plana del Mare Frigoris, una región de la cara visible de la Luna, busca minimizar los riesgos asociados con el terreno irregular. Una vez establecida la comunicación y el suministro de energía, el rover Tenacious será desplegado para explorar, realizar experimentos científicos y recoger muestras para la NASA.
El CEO de ispace, Takeshi Hakamada, considera que esta misión es solo un primer paso hacia futuros proyectos más ambiciosos que se esperan realizar en colaboración con la NASA. La empresa busca no solo participar en esta nueva era de exploración lunar, sino también contribuir al desarrollo de un mercado en expansión en el sector espacial. Con otros competidores como Blue Origin y Astrobotic Technology en el horizonte, la competencia por alcanzar la Luna se intensifica, marcando el inicio de una nueva era en la exploración espacial, donde las fronteras entre lo público y lo privado se difuminan.