Los países de América Latina y Europa han dado sus primeros pasos para la legalización de la marihuana, algunos con más avances que otros. Sin embargo, el comité de expertos en drogodependencia de la Organización Mundial de la Salud confirmó en junio del 2014 mediante un informe que el uso médico de la marihuana se ha incrementado de forma considerable. En cuanto a sus fines medicinales, se han creado alrededor del mundo iniciativas legislativas para que sea regulada.
El Observatorio Español de Cannabis Medicinal, organismo que acoge a médicos, investigadores y asociaciones de pacientes, estima que entre unas 50.000 y 100.000 personas utilizan el cannabis en España con fines terapéuticos. Su aplicación se efectúa normalmente en pacientes con enfermedades reumáticas, con fibromialgia, esclerosis múltiple, epilepsia y hasta con cáncer.
En el mes de abril del año 2017, el Congreso acordó crear una subcomisión de estudio para evaluar la legalización y el uso terapéutico de la marihuana, del mismo modo que lo han hecho países como Canadá, Estados Unidos, Alemania, República Checa y los Países Bajos.
En España, los ciudadanos siguen debatiendo sobre sus beneficios y propiedades. Respecto a esto, se puede encontrar aquí más información sobre la marihuana medicinal. En gran medida, las personas que consumen el cannabis pueden llevar una vida normal, de calidad, libres de dolores y molestias.
Cannabinoides: THC y el CBD
Los beneficios que se pueden mencionar de esta sustancia son los siguientes: los cannabinoides de la planta de marihuana que cuentan con propiedades medicinales son el THC y el CBD. Por ejemplo, el THC se usa para reducir las náuseas, aumentar el apetito, reducir la inflamación, el dolor, el enrojecimiento y los problemas de control muscular. Por su parte, el CBD se aplica en casos para controlar las convulsiones, las enfermedades mentales e incluso las adicciones.
Un grupo de investigadores financiados por los Institutos Nacionales de Salud intensifican sus estudios sobre el uso terapéutico de ambos cannabinoides, además de muchos otros. En pruebas recientes aplicadas en animales se demostró que al emplear los extractos de la marihuana es posible destruir algunas células cancerígenas y reducir otras tantas.
Por ejemplo, en el estudio de cultivos celulares realizados con roedores se determinó que los extractos purificados retardan el crecimiento de las células cancerígenas, siendo uno de los tipos de tumores cerebrales más graves. Es decir, el tratamiento con los extractos purificados de la planta de marihuana de THC y de CBD, combinados con radioterapia, mejora la efectividad de la radiación para eliminar el cáncer.
Los científicos también realizan ensayos clínicos y preclínicos para tratar otra serie de enfermedades: trastornos y síntomas como en el caso del VIH (sida), trastornos a causa del consumo de drogas y trastornos mentales hasta en el embarazo.
Estas pruebas han demostrado que la marihuana, al reducir las náuseas, puede ser utilizada por las mujeres embarazadas con ese propósito. Los especialistas aseguran que es una práctica segura, aunque hay que mencionar que debe hacerse bajo una supervisión médica, pues un uso excesivo y sin control puede tener efectos secundarios en el niño, tal como reseña el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.
Otras características del cannabis
El término de “marihuana medicinal” hace referencia al uso completo de la planta de la marihuana pero sin procesar, es decir, al uso de sus extractos básicos para un posible tratamiento de enfermedades y trastornos.
Por ejemplo, en el Reino Unido, en Canadá y en otros países europeos se aprobó el uso de un pulverizador bucal como medicamento, compuesto de THC y CBD, indicado para los problemas del control muscular producto de la esclerosis múltiple. No obstante, este pulverizador no cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (U.S. Food and Drug Administration, FDA).
En términos generales, la institución no ha aprobado el uso medicinal de la marihuana, pero la FDA exige que se realicen pruebas rigurosas —en miles de personas— para tener fundamentos válidos sobre los beneficios y posibles riesgos de un medicamento. Hasta la fecha, las investigaciones y estudios desarrollados no han sido suficientes para conseguir este cometido.
La institución espera comprobar los beneficios que tiene la planta de la marihuana, aunque no únicamente de sus componentes cannabinoides, el THC y el CBD, para que pueda ser indicada como tratamiento médico.