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¿Cuál es la lesión más común en los accidentes de trabajo?

In Salud
octubre 09, 2018

Las estadísticas lo dejan claro, el latigazo cervical es lo más frecuente a la hora de hablar de lesiones laborales.

 

Por mucha seguridad que pueda haber, los accidentes en los entornos de trabajo son algo totalmente inevitable, como también los derivados de la actividad laboral. Hay campos que quedan fuera del alcance de las empresas, como son los accidentes in itinere, y estos, desafortunadamente, son mucho más frecuentes de lo que pueda parecer.

 

Curiosamente, son algo que se concentra sobre todo en el primer día de la semana. Las estadísticas demuestran que los lunes son las jornadas en las que más se concentran estas incidencias, con un descenso paulatino hasta el viernes, donde se registra la cantidad más reducida según recoge el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

 

En ese mismo sentido, la mortalidad de estos accidentes sigue la misma tendencia. Las cifras más altas también sobrevuelan a los lunes y bajan hasta registrar mínimos en viernes debido a la conexión evidente que hay también con las incidencias a nivel general. El desplazamiento de los trabajadores a la localidad donde desarrollan su actividad o la vuelta al ritmo diario tras el descanso del fin de semana son los principales detonantes de este problema.

 

Cabe destacar que el latigazo cervical es el tipo de lesión que más se produce en estos casos. Las lesiones en el tejido blando del cuello, causadas habitualmente por la realización de un movimiento seco y brusco con la cabeza, son la que más predominan en este tipo de situaciones, y las razones son más que obvias.

 

Los desplazamientos en coche para ir al lugar de trabajo suelen traer consigo una mayor probabilidad de sufrir accidentes. Alcances traseros, laterales o incluso golpes frontales hacen que conductor y pasajeros sufran una sacudida que haga de ingrediente perfecto para desencadenar este problema.

 

La conexión entre esta lesión y el accidente in itinere es obvia, aunque no todo el mundo es consciente de las consecuencias de sufrir este tipo de esguince. Es importante tener conocimiento sobre este para así, detectarlo de inmediato al sentir sus síntomas o, por supuesto, sufrir las situaciones que suelan causarlo.

 

Latigazo cervical: detección y reacción

 

Síntomas

 

Para poder detectarlo, lo primero que necesitas conocer son sus consecuencias. ¿Qué le ocurre a tu cuerpo cuando sufre de esguinces cervicales? Por lo general, lo primero son ligeras molestias en la zona del cuello. Estas, que también pueden atribuirse a tirones por una excesiva carga o un sobreesfuerzo, son tan solo la antesala de problemas mayores.

 

Los tejidos de la zona del cuello pueden comenzar a inflamarse, pueden generarse contracturas e incluso puede producirse la rotura de fibras de determinados músculos. Todo esto conlleva una absoluta limitación de la movilidad del cuello, así como producir sensación de vértigo y mareos.

 

Las cosas pueden ir a mayores. Las personas que padezcan arteriosclerosis pueden sufrir también una serie de lesiones vasculares a causa del latigazo, el cierre de varias arterias vertebrales o incluso daños severos en el oído interno.

 

Hay muchas más consecuencias, como pueden ser dolores lumbares, generación de irritabilidad, falta de concentración o incluso depresión; además de posibles cuadros de tetraplejia. Son problemas serios que refuerzan la importancia de tratar el esguince cervical en el menor tiempo posible.

 

Tratamiento

 

A nivel de medicamentos, la mayoría de médicos insisten en que solo se tomen ibuprofeno o paracetamol para calmar dolores y reducir la inflamación. El uso de otros más contundentes es algo que queda descartado, salvo que las dolencias vayan a mayores y traigan más consecuencias consigo.

 

Por otra parte, lo primero que se recomienda es reposo absoluto y reducir por completo o inmovilizar, si es posible, los movimientos del cuello. También es bueno recurrir al uso del frío y del calor. El primero debe aplicarse durante las primeras 48 horas tras realizarse la lesión, para reducir la inflamación; el segundo en el tiempo posterior, para relajar los músculos.

 

Una vez se va reduciendo el dolor, es conveniente realizar una serie de ejercicios terapéuticos tales como extensiones laterales y rotaciones, además de flexión, extensión y elevación de hombros y de todas las extremidades superiores.

 

La mejor forma de actuar en estos casos es informarse en primer lugar y, después, tener muy en cuenta toda esta información que hemos facilitado para poder solventar el problema con la mayor rapidez posible. Es importante señalar, además, que en caso de que el latigazo cervical se produzca en un accidente in itinere, es posible reclamar una indemnización cuya cantidad varía en función del grado de daño. Por eso, siempre se debe acudir a un médico nada más sufrir el impacto para que realice los pertinentes informes y se pueda proceder de la forma más legal posible, además de para recibir más recomendaciones.

 

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Periodista vasco cuyas historias han abordado todo lo relacionado con el mundo del marketing y las nuevas tecnologías.