Contrariamente a lo que muchos puedan creer, los pensamientos juegan un papel esencial en cómo uno se comporta, cómo se expresa e incluso en las expresiones que muestra su rostro, y es que, en esencia ‘uno es lo que piensa’. Isabel Gómez-Mendoza Psicología Positiva & Life Coaching expone que “todo lo que el ser humano ha sido capaz de crear desde sus orígenes comenzó con un pensamiento o idea que vino a la mente y que posteriormente se desarrolló”.
Y es cierto, cualquier cosa creada o descubierta por el hombre surgió de la mente sagaz y curiosa de su portador. Sin embargo, y como la mayoría de personas saben existen distintos tipos de pensamientos y dependiendo de la clase a la que pertenezcan causarán beneficios o perjuicios a aquel que los posea. Los cuatro tipos de pensamientos que distinguen los expertos son:
- Pensamientos necesarios, los que tienen que ver con la rutina y vida diaria.
- Pensamientos inútiles, son los que no tienen ninguna utilidad constructiva y agotan la energía. Por lo general están relacionados con el pasado (cosas que ya no se pueden cambiar) o con el futuro (imposible saber qué sucederá).
- Pensamientos negativos, los más dañinos para uno mismo. Causan pérdida de fuerza y paz interior.
- Pensamientos positivos, los que siempre dan beneficios para cuerpo, mente y relaciones. Permiten acumular fuerza interior y capacitan para ser constructivos.
Por lo tanto, y como indica Isabel Gómez-Mendoza Psicología Positiva & Life Coaching “las ventajas y beneficios de la actitud mental positiva están más que demostrados y permiten ser más felices y disfrutar más de cada día. Las personas con actitud mental positiva tienen una autoestima más elevada lo que hace que vivan más felices y relajados y que por lo tanto tengan una mayor calidad de vida. Además, su forma de enfrentarse a los problemas es más sana, lo que implica que son menos propensos a las depresiones”.
Enfrentarse a la vida con actitud positiva hará que cualquiera esté más cerca de la felicidad.