¿Cuántas veces hemos visto que los más pequeños de la casa, e incluso en ocasiones los más mayores, se han encaprichado de un perro? Muchas. Quizá demasiadas si tenemos en cuenta los cuidados que, pasados los años, les dispensan. Y es que, como ahora vamos a ver más en profundidad, tener un perro es una gran responsabilidad. Una responsabilidad que tenemos que aceptar y asumir como tal.
No solo se trata de jugar con él cuando nosotros estamos aburridos. También se trata de prestarle todas las atenciones que necesita. Unas atenciones que, si bien es cierto que no son muy complejas en la mayoría de los casos, sí tienen que ser unas atenciones llevadas a cabo de manera regular.
Los cuidados básicos de tu mascota
Aunque seguramente muchos de vosotros ya conocéis los cuidados básicos que debemos dar a nuestro perro, lo cierto es que todavía son muchos los dueños los que en muchas ocasiones olvidan algunos de ellos. Por eso creemos que puede ser conveniente recordar las bases de los mismos.
El primer aspecto que no debemos descuidar bajo ningún concepto es la alimentación de nuestro amigo. Lo ideal es que siempre tenga agua fresca para que se mantenga siempre hidratado. En cuanto a la comida, algo que variará en función de la raza, bastará con que tenga comida tres veces al día.
La ubicación dentro de tu domicilio es algo también de vital importancia. Debe estar en un lugar en el que no solo la temperatura ronde los 20 grados sino que debe ser un sitio en el que no haya cambios bruscos de temperatura, es decir, evitar aumentos bruscos o corrientes que puedan hacer que dicha temperatura baje varios grados.
A partir de aquí ya tendremos sentadas las bases necesarias para comenzar otros aspectos más complejos de su cuidado como puedan ser la educación y todo lo que tiene que ver con la prevención y curación de enfermedades que pueda padecer a lo largo de su vida.
La educación como base de todo
Un perro, al fin y al cabo, es un animal que, como tal, sigue sus instintos. Debemos ser nosotros los que, en cierta medida, reprimamos esos instintos para que pueda integrarse dentro de nuestro hogar y, llegado el caso, dentro de nuestra familia. En consecuencia, la educación canina debe ser un pilar fundamental dentro de la vida de nuestra mascota.
Para ello, y tal y como se deja bien claro en el programa de televisión César Millán, el encantador de perros, en el caso de que nosotros no seamos capaces, por un motivo o por otro, de hacer que nuestro perro obedezca algunas directrices básicas de comportamiento, deberemos ponernos en manos de un experto en la materia.
Tenemos que tener en cuenta que en estos centros de educación tienen cabida todo tipo de perros. Desde los cachorros que tienen pocos meses de vida, hasta los más veteranos. Y es que siempre es buen momento para que nuestra mascota sea algo más dócil y pueda tener un comportamiento más acorde a lo que se espera de ella.
Cómo enseñar a un cachorro a no morder, cómo enseñarles a hacer sus necesidades fuera de nuestro hogar o cómo hacer que no intimiden a otros perros y a otras personas, son comportamientos básicos que estas personas les van a inculcar con la seguridad de que los resultados están garantizados. De esa manera, y en un tiempo que dependerá de lo complicado del caso, tendremos la certeza de que nuestra amigo nos podrá acompañar allá donde vayamos sin ninguna clase de problema.
Prevención de enfermedades
Ahora que nuestro perro ya está perfectamente atendido en sus necesidades básicas y ahora que ya tiene una educación correcta para poder interactuar con él, tanto nosotros como otras personas, sin nada que temer, ha llegado el momento de hablar de su salud. Son muchos los problemas los que pueden tener y muchos los detalles que tenemos que tener en cuenta.
Uno de los problemas caninos más comunes es el sobrepeso. Los dueños de los canes, en su inmensa mayoría de ocasiones con buena fe y por completo desconocimiento, alimentan de forma indebida a sus mascotas. No se ciñen a la alimentación que está pensada para ellos, formada por piensos compuestos, y en ocasiones les ofrecen comida que, a pesar de que ellos aceptan muy gustosamente, no está diseñada para ellos.
A causa de esto, podemos ver que muchos perros, tanto cachorros como los que están en edad avanzada, padecen de sobrepeso. Algo que hay que tratar de evitar por todos los medios aunque, si se ha llegado a ese extremo, lo primero que tenemos que hacer es bajar el colesterol. Una ayuda del veterinario no nos vendría nada mal, el cual, puede utilizar algunos métodos agresivos basados en medicamente u otros sin efectos secundarios como pueda ser el caso del aceite de krill, el cual, tiene un alto contenido en omega 3T.
A este problema, más o menos común, se le pueden sumar otros problemas un poco más graves, aunque menos comunes, como pueden ser los oculares. Especialmente atentos hay que estar a los síntomas de la conjuntivitis en los ojos de un perro ya que puede derivar en un problema serio. En cuanto veamos que durante dos días tiene los ojos enrojecidos, lo mejor que podemos hacer es acudir al veterinario para que le ponga el tratamiento oportuno.
Por último, y como norma general en cualquier mascota que tengamos, tendremos que tener siempre al corriente nuestro calendario de vacunación. Una manera muy sencilla de prevenir muchas enfermedades que se pueden complicar si no se previene ya que el tratamiento es mucho más complicado y mucho más costoso. Del mismo modo, todo lo que tenga que ver con la erradicación de los parásitos, tiene que ser objeto de atención por nuestra parte. Son muchos los insectos que pueden adentrarse en el pelo de nuestra mascota son los consiguientes perjuicios para ellos y, por supuesto, para nosotros que somos al fin y al cabo los que tenemos que evitar que sufran este tipo de problemas.