Entre los muchos destinos turísticos de Europa, las grandes ciudades que fueron capitales o centros neurálgicos de los distintos reinos y países durante la Edad Media, son algunos de los destinos elegidos, ya que debido a su amplia historia y su crecimiento a lo largo de los siglos, se han convertido en ciudades con rincones sorprendentes, grandes monumentos y un sinfín de posibilidades para disfrutar de unos días de desconexión con nuestras obligaciones y el día a día.
Una de estas opciones es Praga, ciudad que fue fundamental como uno de los centros neurálgicos de la política europea de la Edad Moderna, así como un centro de reunión de diversos ámbitos culturales.
Veamos a continuación algunas de las actividades que puedes realizar por esta ciudad y seguro que querrás visitar sus calles y alrededores.
Qué ver en Praga
Debido a todas las posibilidades que ofrece esta ciudad, recomendamos que te unas a algún Free Tour en la Ciudad Vieja de Praga para que puedas conocer estos y otros rincones de la ciudad. Veamos algunos de ellos.
El centro histórico de Praga cuenta con una arquitectura única, con casas de estilo gótico en las proximidades del río Vltava, destacando dos de las grandes plazas de la ciudad, la Plaza de la Ciudad Vieja y la Plaza de Wenceslao, el patrón de Bohemia.
En el año 1410, se construyó en Praga el reloj astronómico más antiguo del mundo, y su mecanismo se puso en funcionamiento más de 150 años después, en 1566. Puedes ver este monumento junto al Ayuntamiento de la Ciudad Vieja.
Entre los numerosos castillos de la ciudad, destaca el Castillo Vysehrad, edificio real que es el castillo más grande del mundo, construido en el siglo XIV y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre sus huéspedes más icónicos se encuentra el escritor Franz Kafka. Debido a la grandeza de este monumento, recomendamos hacer una visita guiada al interior del Castillo.
Siguiendo con la arquitectura histórica, destacan varias construcciones religiosas, como la Iglesia de Nuestra Señora de Tyn, la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, el Monasterio de Strahov y, sobre todo, la Catedral de San Vito, comenzada a construir en el año 1344, en el interior de la finca del Castillo de Praga, y que actualmente alberga grandes reliquias, santuarios y tesoros, entre paredes y fachadas de estilo gótico.
Si además de visitar un monumento, quieres deleitarte con las artes que se encierran en su interior, debes visitar la Ópera Estatal, teatro que se fundó en el año 1888, y que a día de hoy es la sede del Teatro Nacional de Praga, donde se puede disfrutar de espectáculos de ópera, ballet, teatro y grandes conciertos.
Además, no olvides visitar el barrio judío, con su cementerio y sinagoga española.
Otras actividades
Praga también es una ciudad reconocida mundialmente por su producción de diversos tipos de cerveza. Es importante saber cuáles son los locales donde ofrecen las mejores cervezas típicas de la ciudad, por lo que una opción es elegir una actividad guiada, donde además de la degustación, conocerás las peculiaridades de la producción de cerveza en Praga, el proceso, la importancia de este producto, tanto en la ciudad como producto de comercio por la Europa Moderna, y otros tantos detalles que podrás conocer y disfrutar en el Tour de la Cerveza de Praga.
Sin embargo, no puedes limitarte a conocer solo la capital de la República Checa. A escasos kilómetros de Praga se encuentra Cesky Krumlov, una pequeña ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad en 1992, que cuenta con más de 700 años de historia, siendo una de las principales residencias de la dinastía de los Habsburgo, por lo que la ciudad creció notablemente, y cuenta con una arquitectura y desarrollo considerables. Por ello no te puedes perder una excursión a Cesky Krumlov desde Praga.
Visita Praga en tus próximas vacaciones y sorpréndete con una de las ciudades más imponentes de Europa Central.