Servicio de prensa del PCFR | Traducido del ruso por Íñigo Aguirre
Los diputados de la coalición gobernante de “Rusia Unida” y el PLDR se destaparon con una nueva y repulsiva iniciativa jurídica para la reinhumación del cuerpo de fundador del Estado soviético, V.I. Lenin.
En realidad no se trata de otra cosa más que del ya habitual agravamiento primaveral del antisovietismo que contagia a los liberales fascistoides y pseudo-patriotas de Zhirinovski, en vísperas del natalicio del gran hijo de la humanidad que fue Vladímir Ilich Lenin. Estos desenterradores profesionales una y otra vez sacan a relucir supuestos estudios sociológicos, imponiendo a la sociedad la infame idea del traslado del cuerpo, que hace ya tiempo fue rechazada por nuestro pueblo.
Al tiempo que el gobierno de Rusia llama a la estabilidad en el país, aparecen personajes que una y otra vez intentar empujar a nuestro pueblo a una espiral de dura confrontación. Por enésima vez hemos de recordar a estos “guardianes de los valores tradicionales”, que Lenin está enterrado con la observancia de todos los preceptos ortodoxos.
Mientras tanto estos señores, parece que tendrán la desvergüenza dentro de dos semanas de colocarse en sus chaquetas la cinta de San Jorge y aparecer en la tribuna el Día de la Victoria del pueblo soviético sobre el fascismo, lograda bajo los estandartes rojos del Gran Octubre. El cinismo y la desfachatez parecen no conocer límites.
Ya han olvidado que desde el mausoleo de Lenin presidió el legendario desfile del 7 de noviembre de 1941 el Comandante supremo del Ejército Rojo, I. V. Stalin. Fue precisamente desde esa tribuna que los líderes de nuestro pueblo presenciaron el desfile de la Victoria en junio de 1945. Sería oportuno recordar, que toda la humanidad, manteniendo la respiración, estuvo pendiente de como delante del mausoleo pasaban cientos de miles de moscovitas para saludar al primer cosmonauta del mundo, Yuri Gagarin. El Kremlin, la plaza Roja y el mausoleo forman un grandioso conjunto arquitectónico, declarado por la UNESCO bien de interés cultural y herencia de la humanidad.
Pensamos que incluso aquellos que miran a nuestra historia con recelo, deberían saber que el principal adversario de los comunistas en el siglo XX fue el fascismo. Fueron precisamente los hitlerianos los que empezaron mandando a los campos de concentración a los comunistas alemanes, para luego invadir nuestro país arrasando todo a su paso. Lo primero que derribaban en los territorios ocupados de la Unión soviética eran los monumentos a Lenin y Stalin. El nazismo alemán fue condenado en el tribunal de Núremberg. Pero parece que en Rusia la hidra del fascismo liberal intenta de nuevo levantar su repulsiva cabeza.
En realidad toda esta bulla sórdida ha sido concebida con la idea de desviar la atención del pueblo de la gravísima crisis socio-económica, a la que ha sido arrojado nuestro país de la mano de los “amigos de Occidente”, que son los que están detrás del ataque a Lenin. El pueblo cada vez muestra su indignación de forma más enérgica por la caída de los ingresos, el constante crecimiento de los precios de productos y medicinas, de las facturas de los servicios básicos y del transporte. Mientras, se le impone un nuevo baile sobre las tumbas.
Declaramos que estos mamarrachos amorales no conseguirán nada con esta nueva provocación antisoviética. Como dijera sabiamente el gran poeta Rasul Gamzatov: “Si disparas contra el pasado con un revolver, el futuro te disparará con un cañón”. Es precisamente la firma de Lenin la que aparece bajo la decisión de la creación de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia. Fue precisamente Lenin el que estuvo tras el nacimiento del gran Estado soviético, del que es heredera la actual Federación de Rusia. Si en los EE.UU. alguien se atreviese a ofender la memoria de los padres fundadores del Estado, desaparecería al instante y para siempre de la arena política de los Estados Unidos.
El PCFR considera que el gobierno de Rusia y el Consejo de Seguridad deben condenar tajantemente esta nueva y peligrosa provocación, que conduce al azuzamiento de la disensión social y puede ser entendida como una manifestación de extremismo político, capaz de desestabilizar la situación, no solo en la capital, sino en el país entero.
Hacemos un llamamiento a los ciudadanos de Rusia para que respondan a esta burda provocación anticomunista, participando masivamente en los actos organizados por el PCFR en homenaje al natalicio de Vladimir Ilich Lenin y del centenario del Gran Octubre.
Guennadi Ziugánov
Presidente del CC del PCFR