Todo el mundo habla de lo importante que es cuidar de nuestra salud. De que es importante llevar una vida más sana, que no solo nos haga sentir bien físicamente, sino también a nivel emocional. Y es una gran verdad, aunque también lo es el hecho de que una cosa es hablar de ello y otra hacerlo.
Sin embargo, hay pequeñas acciones que podemos realizar y que ayudan mucho a sentirnos mejor y más sanos. Estas son algunas de ellas.
Una buena higiene dental
Todo lo que entra en nuestro organismo tiene efectos, tanto para bien como para mal. También lo que se queda en nuestra boca, por lo que cuidar de nuestros dientes es fundamental. De lo contrario, podríamos tener problemas bastante importantes.
Cuando hablamos de cuidar los dientes no nos referimos únicamente al cepillado, sino hacer que toda la boca esté en buenas condiciones. Acciones como quitar el mal aliento de la boca ayuda a sentirnos mejor tanto a nivel físico como mental, ya que estos problemas afectan incluso a nuestras relaciones personales.
Aprende a tener una buena postura
Al caminar, sentarnos o incluso cuando nos tumbamos, podemos estar causando un daño a nuestro cuerpo. La postura que adquirimos hace que los huesos tengan que trabajar más o menos, pudiendo sufrir dolores que a veces son muy intensos. De ahí que tengamos que aprender a hacerlas cosas bien.
Si pasas muchas horas en una silla trabajando y sientes que te duelen la espalda o las articulaciones, necesitas cambiar la posición en la que te sientas. A menudo será necesario una silla ergonomica oficina, con la que aliviar la tensión producida por otro tipo de sillas.
Tan importante es que nuestro cuerpo se mantenga en la postura correcta como que descansemos bien. De hecho, también mientras dormimos tenemos que cuidar la forma en la que estamos colocados, para que al despertar sintamos el descanso que nos merecemos.
Aprovecha los beneficios que ofrece la naturaleza
A menudo, cuando sentimos que algo en nuestro organismo no va bien, acudimos a los fármacos. Si sentimos algún dolor, no conseguimos dormir bien o necesitamos mantener la atención, parece que hay una pastilla para cada caso. Sin embargo, a veces es mejor recurrir a la naturaleza y usar lo que nos proporciona.
Por ejemplo, la alfalfa puede ayudarnos en caso de úlcera de estómago, cuando tenemos fiebre y hasta para regular los niveles de azúcar en sangre (ver Planta). Todo de una forma natural y sin sufrir los efectos secundarios que tienen algunos medicamentos.
No descuides la hidratación
Nuestro organismo, al igual que todo el planeta, está compuesto en su mayoría por agua. De ahí que sea fundamental, tenerlo bien hidratado para que las funciones se realicen de manera adecuada. Por eso, no dejes de tomar agua y líquidos aunque no sientas sed. Cuando el cuerpo te lo pide, es porque ya sufres una deshidratación, lo cual puede ser peligroso.
Descansa bien
A veces, dormir por la noche no es suficiente y sentimos que hace falta un poco de descanso adicional. Si es así, busca unos minutos para hacer una siesta corta. Expertos en tratamiento y enfermedades lo recomiendan como una práctica saludable. También relajarse un poco puede ayudar a renovar las energías y aliviar las tensiones que se acumulan algunas veces.
Aunque una buena noche de sueño es fundamental, por lo que también lo es elegir un buen colchón que se adapte a nuestro cuerpo y nos permita realizar nuestras labores cotidianas al día siguiente.
Pequeños detalles, que en realidad ayudan a que nos sintamos mejor. ¿Cuáles estás poniendo ya en práctica?