El número de embarazos en España está disminuyendo de forma alarmante, no se trata de algo nuevo, es una tendencia que se viene consolidando ya desde hace varios años. Hay diversos factores que han propiciado esta tendencia, por un lado está la crisis, que ha desarrollado un clima de incertidumbre laboral, que ha generado que muchas mujeres tengan miedo a quedarse embarazadas por riesgo de despido, por otro lado y dentro del factor económico, la realidad que viven los jóvenes genera que no se puedan emancipar y comenzar vidas en común con sus parejas, y por lo tanto evitan el embarazo, prefieren comprar preservativos como los de este enlace, para evitar el nacimiento de un bebé que supondría más problemas que algo positivo.
Por otro lado, dentro del crecimiento de dicha tendencia, los jóvenes hoy en día han modificado su forma de vida, ya no se aspira a casarse y tener hijos, sino que se aspira a disfrutar al máximo posible de la vida sin hijos, las mujeres que se quedan embarazadas, se plantean; estoy embarazada, ¿qué hago?, a través de esta pregunta, habitual en las mujeres que se quedan embarazadas sin esperarlo, se ejemplifica a la perfección el sentir de las nuevas generaciones, que ven con desconocimiento el mundo del embarazo, al contrario que ocurría con las generaciones anteriores, que lo veían como algo natural y que tenía que ocurrir sí o sí.
El auge de una nueva generación
Esta nueva generación de jóvenes que están en la edad en la que anteriormente las mujeres se quedaban embarazadas, entre los 20 y los 30 años, hoy en día tienen hábitos de vida que no son los propicios para favorecer el embarazo. Se alarga el tiempo de estudio, hoy en día ya no es suficiente con tener una carrera, sino que también hay que tener un máster y esto favorece que las mujeres sigan estudiando y por lo tanto sin tiempo para pensar en si es interesante quedarse embarazas para ellas o no, no tienen parejas y por lo tanto no hay ese interés por el mundo del embarazo.
Por otro lado, las mujeres y los hombres quieren disfrutar al máximo posible de una vida en pareja sin hijos, se ven los hijos como un elemento que frena la posibilidad de disfrutar de nuevas formas de ocio, esto arrastra a los futuros padres a estirar al máximo posible su vida sin hijos, una tendencia que se puede apreciar hoy en día también, es el de que cada vez hay más madres que superan los 40 años de edad, y es una consecuencia directa de lo comentado anteriormente.
¿Qué podemos esperar en el futuro?
El consolidamiento de las tendencias que anteriormente comentamos, nos permite hacernos una idea de cómo será el futuro en lo que al embarazo se refiere, sin duda, veremos un crecimiento del número de mujeres en edades avanzadas que se quedan embarazadas, y parece que también seguirán escaseando el número de embarazadas que tenemos en España, una mejora de la economía podría cambiar esta tendencia, pero resultará complicado debido a su consolidamiento en nuestra sociedad.