En un estado moderno, no hacen falta escusas para permanecer unido a una pareja por más tiempo del necesario, no hay que dar explicaciones a nadie sobre si tomamos la opción de casarnos o de permanecer unidos en pareja de hecho. El tipo de relación entre parejas ha cambiado, sustancialmente, en los últimos años y pocas son las que se mantienen unidas por una mala interpretación del decoro o por seguir fieles a ciertas tradiciones obsoletas.
La conciencia y la percepción de lo que debe ser una unión entre dos personas están cambiando radicalmente. Sólo hay que mirar las estadísticas sobre divorcios para entender este cambio de pensamiento. Y es que desde la entrada en vigor de la Ley de Jurisdicción Voluntaria del mes de julio de 2015, el doble de las parejas que se casaron, se han divorciado, más de 5000 en total.
Relaciones que son fáciles de terminar
Con la nueva ley, que permite a los notarios y a los secretarios judiciales la tramitación de bodas y divorcios, se han registrado seis bodas y casi 13 divorcios al día. Para ser atendidos por ellos, las parejas deben cumplir con una serie de requisitos, como que hayan pasado al menos tres meses de la celebración del matrimonio, que el divorcio o la separación haya sido de mutuo acuerdo y que no haya hijos menores que dependan de ellos.
Para divorcios más complicados, le recomendamos que contrate los servicios de un abogado de familia, que consiga un divorcio express si ambos cónyuges están de acuerdo con la separación matrimonial. El abogado de divorcio en santander , Mario Fernández y su equipo, están ampliamente capacitados para ofrecer asesoramiento para afrontar, con conocimiento de causa, cualquier proceso de divorcio, ocupándose de cada caso individual y profundamente, para lograr los mejores resultados para el cliente y sus hijos.
La relación que se establece entre los padres y los hijos también, y en la misma medida, está sufriendo una evolución. Ya no es necesario, ni obligado, mantener el estatus tradicional de familia. Las parejas de hecho, las monoparentales o las parejas del mismo sexo, deben tener las mismas condiciones legales, éticas y morales para el mantenimiento y crianza de los hijos, sin distinción. La familia es definida como un grupo de personas unidas por vínculos de parentesco, ya sean consanguíneos, por matrimonio o adopción, que viven juntos por un período indefinido de tiempo, que se sigue considerando la unidad básica de la sociedad.
Nunca se termina la relación con los hijos
En cualquier caso, la posibilidad de gestación, crianza y manutención de un niño ya no es una cuestión inviolable de ese núcleo tradicional y patriarcal. El desarrollo de los bebés, desde su más tierna edad, va a depender sin problemas legales ni morales del tipo de familia que le haya tocado en suerte, pero es primordial reconocer y aceptar que toda la sociedad en su conjunto tiene cierta responsabilidad en su protección, crecimiento, educación, etc., citando al ilustre divulgador, educador, pedagogo y filósofo, José Antonio Marina, “para educar a un niño hace falta la tribu entera”
Pero serán los más allegados los que lo surtan de amor y cariño, será la familia más cercana la que tenga la obligación de proporcionarle alimentos y ropa, desde que son bebés hasta su independencia, adquiriendo todo lo necesario en proporción a las necesidades y a la capacidad económica.
En la actualidad, y gracias a internet, conseguir todo lo necesario y a buen precio para que no le falte de nada es realmente sencillo. Existen tiendas online, como original baby, donde se pueden surtir de todo los complementos de alimentación, ropa, diversión, baño, etc. a un precio asequible y de gran calidad.
La sociedad en su conjunto debe disponer de herramientas útiles para un desarrollo afectivo del niño, con posibilidades reales de recibir una educación laica, libre y gratuita. Debe garantizarle acceso a una vivienda digna, a jugar y a una alimentación completa para su correcto desarrollo, todo esto independientemente al modelo familiar en el que conviva con los adultos.
En definitiva, las relaciones familiares han cambiado y ya no se establecen núcleos cerrados, sin posibilidad de relación con los agentes sociales que colaboren a la mejora de estas convivencias. Las relaciones han mutado gracias a la libertad de los nuevos tiempos y pierde importancia la trascendencia del sexo o el número de componentes para aceptar nuevas definiciones de la familia. Del mismo modo, en el caso de los divorcios, es asumido que el rol de padre o madre no desaparece junto al de vida matrimonial o de convivencia, sino que dura de por vida.
Las relaciones, diferentes desde el principio
No es de extrañar, por tanto, que el inicio de estos “pilares básicos de la sociedad” tenga igualmente inicios bastante distanciados de los cánones tradicionales de décadas pasadas. Las relaciones amorosas, que pueden derivar en la creación de familias, han cambiado sustancialmente y, en la era de la informática, el uso de las herramientas que nos proporciona son útiles más que efectivos para conocer personas con las que comenzar una relación y han ganado, y continúan ganando, adeptos a un ritmo vertiginoso.
La web proporciona facilidades para conocer personas en páginas dedicadas a encuentros, ya sean prolongados con visos de relación o simples encuentros amistosos o de otra índole. Son tantas que es difícil encontrar la mejor página de citas de internet, basta con nombrar a las que más seguidores tienen, que son las archiconocidas Meetic y Edarling. Pero no son las únicas, en el enlace referenciado puedes acceder a una comparativa de este tipo de páginas, para conocer de primera mano cuál es la que más te puede interesar.
Los tiempos cambian y, afortunadamente, en lo que afecta a las relaciones humanas, va a mejor. La libertad de elegir con quién se está vinculado afectivamente y por cuánto tiempo, la nueva posición de la mujer, la cantidad de activos sociales existentes para cooperar en el bienestar común, etc., hace que tengamos una visión muy positiva de la evolución que está tomando la sociedad en este sentido.