El mundo actual, hijo del mercado libre y de la globalización que ha caracterizado su desarrollo en las últimas décadas, ve las relaciones culturales, comerciales y de cualquier tipo muy vinculadas las unas a las otras. Ahora que el Brexit, es decir la salida del Reino Unido de la Unión Europea a nivel administrativo y económico, es una realidad y falta poco para que el gobierno inglés rectifique su valencia, muchas personas se han declarado preocupadas por las consecuencia de esta medida.
Los problemas de hoy en día, desde el incremento del crimen y la corrupción hasta el aumento de la pobreza, han asustado a la clase media y el voto de los ingleses ha sido un claro ejemplo de este miedo. Una eventual salida del Reino Unido del sistema económico europeo podría tener unas cuantas secuelas negativas.
En primer lugar, no cabe duda de que los ciudadanos europeos, pero no ingleses, que viven ahora en Inglaterra, podrían tener problemas relativos a los servicios sociales o incluso de permanencia en el suelo inglés. Una cierta clausura de las fronteras haría derrumbar los acuerdos europeos que predican la libre circulación de los ciudadanos y, de paso, rompería algo en el mecanismo de solidaridad europea en vigor hasta hoy. La riqueza de Inglaterra como país multicultural está entonces en peligro, y una consecuencia importante del Brexit podría ser la salida del país también de algunas multinacionales que dan trabajo a los ingleses y que empujan la economía británica. A falta de confirmación, la medida escogida por los habitantes del Reino Unido podría llegar a ser peor que el status quo en el que se estaba anteriormente, ya que estamos hablando de una revolución importante en la sociedad inglesa, que tiene sus principios pero está construida por la excelente integración entre autóctonos e inmigrantes que han sembrado en este país y pretenden, justamente, sacar provecho de la cosecha.
El fútbol podría sufrir un parón
Y está claro que el fútbol, como otros deportes, sería un ámbito cuyo desarrollo podría sufrir un parón. La Premier League, el campeonato de fútbol inglés, que es una importante parte del mercado británico, sería dañada sobre todo por el gran cambio en cuanto al poder adquisitivo de los clubes ingleses, que en teoría, después del Brexit, no podrían contar con la misma fuerza y la misma contundencia de la moneda británica, según relata el experto en fútbol y finanzas Tom Markham en una entrevista . Una de las otras consecuencias negativas del Brexit sobre la Premier sería el probable aumento de los impuestos al 45% de la ficha de los jugadores, es decir un promedio similar al de ligas como la española y la alemana, lo que quitaría un gran privilegio a los equipos de la Premier a la hora de fichar.
En definitiva, la confirmación del Brexit podría dañar seriamente, aunque a largo plazo, la competitividad de la Premier League, a menos que el gobierno de Londres no haga alguna excepción en el ámbito futbolístico.
