Las grandes compañías telefónicas no atienden necesidades individuales, lo mismo ocurre con todas las grandes multinacionales, sean del sector que sean, cuya política comercial consiste en uniformizar a sus clientes. ¿Quieres más datos móviles que tiempo para llamar o viceversa? A Movistar, Vodafone y Orange les da igual. Estas compañías ofrecen paquetes fusión y no atienden pormenores.
A día de hoy su gran área de negocio se basa en la portabilidad, por encima de las altas. Se ve que han tocado techo en cuanto a número de clientes, ya que se mueven entre una cantidad poco variable de ellos en función del área demográfica en la que trabajan y ahora atacan por ahí.
Para los despistados, la portabilidad da nombre a aquél concepto por el cual un usuario puede cambiar de compañía telefónica sin tener que pagar por ello y conservando el mismo número de teléfono.
Compañías como Euskaltel apuestan por bajar el precio de sus tarifas
Los datos son inquietantes, ya que según la Comisión de los Mercados y de la Competencia ( CNMC) en los primeros diez meses del pasado año se realizaron más de 5 millones de cambios. La agresividad comercial es muy alta y la guerra que crean entre ellas, imparable.
Mientras tanto, otras compañías, como Euskaltel bajan precios y ofrecen ofertas euskaltel con las que fidelizar a sus clientes y darles sólo lo que necesitan, pero los usuarios siguen a la deriva entre las estrategias comerciales de los titanes del sector.
Casi siempre ocurre lo mismo, los trabajadores de estas compañías ofrecen cosas que en la realidad no existen ¿Quién lee la letra pequeña de los contratos antes de firmarlos? Pocos, pero de hacerlo, se darían cuenta que lo que les proponen no siempre es verdad.
Al reclamar se dan de bruces con los gigantescos entramados y solo unos pocos se ponen en contacto para contar su caso con la Oficina del Consumidor, que no para de recibir quejas.
Los consumidores deben empezar a buscar alternativas que atiendan su caso personal
Además de los usuarios conseguidos por la portabilidad, el pasado año, las grandes compañías hicieron dinero con conexiones de teléfonos fijos. Años antes estos habían ido cayendo, ya que muchos consumidores los daban de baja al tener suficiente con la línea móvil, pero curiosamente, en 2017 se instalaron 200.000 teléfonos fijos más en España.
¿Cómo ha sido? Los consumidores no los necesitaban o no para llamar por teléfono que es su utilidad básica pero si no había teléfono fijo no se podía contratar fibra óptica y el pasado año la daban a precios muy bajos.
Las grandes compañías telefónicas no sólo no atienden las necesidades personales si no que crean unas necesidades que los consumidores no siempre tienen.
Lo que están vendiendo desde hace un tiempo son los paquetes todo en uno. Televisión, fibra óptica, llamadas y datos de Internet en un solo contrato. Y los precios no bajan o pueden bajar unos meses en los que se realizan las ofertas para volver a subir abruptamente. No olvidemos una de sus máximas; bajar mucho los precios puede hacer que se acerquen muchos clientes, pero de mantenerlos, muy a la larga, la empresa tendría pérdidas.
Los consumidores deben empezar a buscar alternativas que atiendan su caso personal, pero el poder de la masa es grande y la capacidad crítica todavía muy poca. Por su parte, las grandes compañías no dejan de bombardear con nueva información mes tras mes, además de inaugurar sendos locales en todas las esquinas de las mejores calles que paga el consumidor con paquetes de servicio que en muchos casos no existen y en otros no usa.