En los tiempos actuales, la mujer se encuentra en plena libertad de disfrutar de su sexualidad de una forma más abierta. Sin embargo, esa libertad también trae con ella la responsabilidad de conocer y controlar su cuerpo con el fin de evitar embarazos no deseados o planificar de forma activa su vida familiar. Gracias a los avances tecnológicos, existen herramientas online que le allanan el camino a las mujeres, cuando de este tema se trata.
Llevar el control de los días más fértiles
El ciclo menstrual está conformado por dos fases principales: la folicular y la lútea, las cuales son divididas por la ovulación. Para que una mujer pueda saber su fecha probable de ovulación, es necesario que tengan en claro cómo es su ciclo menstrual. Esto se refiere, a si son ciclos regulares de 28 días, si son más cortos, si son más largos o si son completamente irregulares.
Es así como se hace necesaria una calculadora de ovulación y de los días fértiles, que ayude a la mujer a determinar con mayor precisión los días en los que se encuentra más susceptible de quedar embarazada, ya sea que se encuentre buscándolo o evitándolo.
La fase folicular
Este ciclo inicia en la menstruación y culmina al comenzar la ovulación. Lo natural, es que tenga una duración de 14 días, pero si una mujer tiene ciclos más cortos, esta fase tendrá una duración menor y si sus ciclos son más largos será lo contrario.
La ovulación
Para determinar el día en que se producirá la ovulación, es necesario saber la fecha de culminación del período siguiente y restarle 14 días desde esa fecha. Lo regular es que una mujer con un ciclo de 28 días, ovule en el día 14 del ciclo y otra que tenga ciclos más largos, como de 35 días, por ejemplo, tendrá su ovulación una semana después.
La fase lútea
Es esta fase del ciclo, se produce la hormona progesterona en el ovario, cuando ya ha ocurrido la ovulación. La progesterona modificará el endometrio ya engrosado, para prepararlo para recibir el óvulo fecundado, hecho que se denomina implantación, en caso de que ocurra.
¿Cómo detectar el embarazo?
En un momento dado, cualquier mujer con una vida sexual activa se ha planteado la pregunta: ¿Cómo puedo saber si estoy embarazada ahora?, más que nada, si el método de anticoncepción utilizado pudo haber presentado algún fallo por algún motivo.
Lamentablemente, para saberlo con certeza, solo es posible después de unas semanas de que se produzca la concepción. Sin embargo, existen varias alternativas que pueden dar indicios bastante fiables de que ha ocurrido el embarazo.
A continuación, se presentan algunas de las alternativas más frecuentes:
Test adquirido en farmacia
Es la primera opción en la mayoría de los casos. Esta prueba es capaz de detectar el embarazo, después de que hayan pasado dos semanas de la concepción. Solo se colocan unas gotas de orina en el test, es aconsejable que sea por las mañanas. De dar positivo, es porque ha detectado la presencia de la hormona gonadotropina coriónica humana, la cual se segrega al inicio del embarazo. Su fiabilidad es de un 100% según sus fabricantes.
Análisis de orina en laboratorio
Este tipo de análisis es mucho más infalible y también detecta la presencia de la hormona gonadotropina coriónica humana en la orina.
Se realiza llevando la nuestra respectiva al laboratorio para su posterior análisis.
Análisis de sangre en laboratorio
Un estudio de sangre realizado en un laboratorio también puede confirmar la existencia del embarazo. Pero no solo eso, también calcular la edad del feto o la presencia de posibles complicaciones en la gestación temprana, como la amenaza de aborto espontáneo.
Ecografía de diagnóstico
Esta es la prueba concluyente del embarazo. No posee ninguna posibilidad de error.
¿Qué se siente al inicio del embarazo?
Es probable que una mujer se encuentre embarazada, sin ni siquiera sospecharlo. Por lo tanto, es importante conocer cuáles son los primeros síntomas del embarazo para detectarlo de forma temprana y controlarlo debidamente:
- Retraso menstrual.
- Cólicos o dolor abdominal.
- Aumento de los senos y dolor en las mamas.
- Alteraciones en la apariencia de los senos.
- Náuseas y vómitos.
- Fatiga y sueño excesivo.
- Deseos alimenticios (antojos).
- Alteraciones del paladar y del olfato.
- Aversión a olores fuertes.
- Vértigos.
- Dolor de cabeza.
