Los ascensores son esas cabinas que tanto bien han hecho por la humanidad gracias a que permiten subir o bajar pisos de forma rápida, sin que suponga esfuerzo físico para las personas. Proporcionando un innegable confort de quienes residen en dichos edificios.
Están constituidos por partes mecánicas, eléctricas y electromecánicas que funcionan en armonía para permitir su actividad. Estos se pueden clasificar según la manera en la que trabajan. Pueden ser electromecánicos, hidráulicos o neumáticos.
¿Qué debe tener un ascensor?
A la hora de construir o reparar un ascensor, hay que considerar una serie de factores tanto físicos como estéticos, para que la instalación del elevador se ajuste de una manera sutil al entorno en el que estará colocado. Y es que la estética es algo que se debe cuidar. Por ello, se recomiendan desde Ascensores Ruiz que se deba vigilar la calidad y diseño, junto con la garantía de funcionamiento.
Evidentemente, el personal técnico debe tener una buena capacitación para poder ajustar calidad con estética, y de esta manera se pueda brindar la mejor experiencia a los usuarios que los van a disfrutar. Debe saber aplicar las más novedosas tecnologías de diseño. En especial deben conocer todas las nuevas normativas de elevadores, así como el código eléctrico nacional vigente en cada momento.
La maniobra del ascensor debe ser suave, tanto para la partida como la para la llegada. Esta es una importante cuestión a tener en cuenta en el momento de automatizar el sistema del elevador, pues esto garantiza la seguridad y estabilidad para los usuarios.
Quienes decidan instalar un ascensor desde cero deben considerar un diseño original que pueda satisfacer todas las necesidades de demanda y funcionamiento que se necesiten cuando esté a pleno rendimiento. Es muy conveniente trabajar con materiales de última generación para garantizar un óptimo y duradero funcionamiento en cuanto a las exigencias actuales. Además, se debe considerar que al equipo se le deben realizar mantenimientos periódicos para garantizar su correcto trabajo.
Mantenimiento e inspección de elevadores
La seguridad es lo primero que se debe evaluar para cualquier equipo o medio de transporte. Los ascensores, en este caso, deben tener una constante revisión para asegurar que el funcionamiento inicial se siga cumpliendo. Cualquier usuario que se suba al ascensor puede realizar la observación del equipo. Sin embargo, para poder realizar una inspección certera hay que conocer los requisitos de mantenimiento en ascensores, antes de cualquier cosa.
Es necesario que todos los que operen en el ascensor se encuentren capacitados para manejar el aparato correctamente. Esto permite que el régimen de trabajo esté dentro las sugerencias que dan quienes realizaron el sistema, desde un punto de vista tanto mecánico como eléctrico.
Si el funcionamiento cumple los estándares que soporta el equipo en cuanto al régimen de trabajo, como el peso máximo que puede cargar, la vida útil de las piezas será de larga duración, lo que reduce costes de mantenimiento y prolonga el uso por parte de los usuarios.
Al realizar la inspección, lo primero que se hace es un chequeo visual para comprobar que todo está en orden. Luego se pone en funcionamiento el sistema para comprobar que cumple su trabajo de diseño. Estos análisis del sistema se deben realizar periódicamente para evitar daños a bienes, personas o materiales.
¿Qué mantenimiento hacer?
Con las inspecciones se pueden comprobar fallos que afecten el funcionamiento o atenten contra la seguridad de los usuarios que usen el equipo. En el caso de detectar algún desperfecto, es recomendable el mantenimiento de ascensores. Para ello se debe llamar a un técnico certificado y capacitado, para poder aplicar las correcciones correctas, dedicar las sustituciones pertinentes y explicar el origen de las fallos para evitar que estos puedan surgir en un futuro cercano.
El mantenimiento es necesario para evitar fallos o desperfectos graves que dañen el sistema parcial o totalmente, o para rehabilitar algún equipo. Este tipo de mantenimiento es conocido como mantenimiento preventivo o mantenimiento sustitutivo.
El mantenimiento preventivo está formulado para evaluar que el régimen de trabajo del ascensor cumpla las condiciones de diseño. Mientras se mide la forma en la que trabaja el elevador, se realiza una minuciosa inspección técnica, para comprobar que las piezas y equipos estén en su mejor estado y permitan que todo siga trabajando con normalidad.
Por otro lado, los mantenimientos correctivos se realizan una vez ha aparecido un fallo en el ascensor. En este caso se debe revisar qué es lo que está causando el desperfecto y repararlo. También buscar el modo de que no se vuelva a producir. Al detectar cuál es la fuente que ocasiona algún deterioro, se puede corregir y evitar que el mismo fallo se repita.
Control de maniobra en ascensores
El ascensor posee un sistema que se encarga de hacer funcionar, y regular de manera oportuna, los dispositivos que hacen que la cabina pueda desplazarse en la dirección deseada por el usuario. No obstante, también se encarga de detener la cabina en el lugar deseado. Por ello se llama sistema de control, pues es el agente que se encarga de dotar y quitar el movimiento de la cabina. Esta última es la contentiva de las personas y objetos dentro del área de desplazamiento.
Antiguamente los ascensores poseían un grupo de relés que trabajaba como una memoria eléctrica, la cual le indicaba al sistema de control la posición en la que se encontraba la cabina y le permiten retener las peticiones de llamada. Sin embargo, hoy en día se utilizan microcontroladores que utilizan complejos algoritmos para estimar y controlar diferentes equipos según la demanda que esté sufriendo el régimen de trabajo.
Finalmente, dentro del cuadro de control de maniobras, están contenidos diferentes dispositivos de seguridad que han sido dispuestos para salvaguardar la integridad de los usuarios que estén usando dicho sistema. Estos son indicadores, luminosos y/o sonoros para revelar fallos en cables, poleas, contrapesos, limitadores superiores o inferiores. En caso de que las fallos sean muy graves, la cabina se bloquea para evitar que alguien pueda ingresar y exponerse a los riegos.