Existen muchas criptodivisas, pero el bitcoin es la moneda que mejor representa la trayectoria de este fenómeno que aspira a quedarse.
Diciembre de 2017. Para los que llevan un tiempo al tanto del comportamiento de las criptomonedas y han hecho un seguimiento del valor que han ido tomando propuestas como el Bitcoin, ese mes es uno de los más importantes de la corta historia de esta forma de dinero. Durante la semana del 11 de diciembre de ese año, el Bitcoin llegó a alcanzar un valor de más de 17.000 dólares por unidad.
Una sola moneda de esta criptodivisa era igual a más de 15.000 euros, una cifra realmente descomunal, que pronto hizo que personas de todo el mundo miraran al fenómeno que había creado alguien que nunca reveló su nombre original, pero que siempre respondía al sobrenombre de Satoshi Nakamoto. Fue un hito para toda la trayectoria de esta clase de divisas, aunque no tanto por lo que alcanzó, sino por lo que llegó después.
En febrero de 2018, su valor bajó a menos de la mitad, y a finales de ese mismo año se encontraba a un precio que rondaba los 3.000 euros. ¿Qué había pasado con el Bitcoin? Su volatilidad era el centro de todos los debates y el principal argumento que sus principales detractores esgrimían para hablar de él como una moneda poco fiable.
La realidad es que la aplicación de estrictas normativas sobre su uso en muchos países, así como el abandono de las “ballenas” (inversores que compran grandes sumas para luego vender a precios altos), fueron los principales detonantes de este cambio. Por suerte, la situación se está normalizando, y esta cibermoneda actualmente se encuentra en un ritmo estable, superando los 5.000 euros de valor.
Está recuperando la confianza perdida, y extendiéndose por muchos terrenos donde antes jamás se habría visto rastro de ella. Tan solo tenemos que pensar en que realizar una apuesta con bitcoin es perfectamente posible en la actualidad, y es que los casinos online han decidido acoger a esta forma de dinero con los brazos abiertos. Para muchos de ellos, es otro medio de pago perfectamente válido.
De hecho, aprovechan esta nueva forma de dinero para poder operar con cuantías mucho más grandes. Viendo la equivalencia que tiene 1 BTC actual si comparamos con el euro, lo primero que deducimos es que no se puede operar con estas monedas de forma completamente normal en los operadores, y es cierto. A la hora de hacer depósitos o retiradas, así como de solicitar bonos, todo se mueve en fracciones de bitcoin, dado que es algo mucho más manejable.
Gracias a este nuevo sistema, plataformas como Cloudbet español han podido aumentar sus límites de apuesta considerablemente. Ahora, los fans de la NBA, del fútbol o de cualquier otro deporte, tienen la oportunidad de hacer apuestas muy altas usando Bitcoins como moneda de pago. Es un sistema más cómodo que el tradicional y también bastante fiable, por mucho que haya detractores que digan lo contrario.
Bitcoin, ¿estabilidad duradera?
Dejando a un lado todo el terreno de las apuestas, las facilidades y los altos límites con los que se permite jugar en las plataformas de azar al usar criptodivisas. Dejando atrás todo lo relacionado con los casinos con bitcoin, es importante echar un vistazo al panorama actual de esta forma de dinero y a las perspectivas de futuro que tiene.
Desde hace unos meses, viene dibujando una tendencia al alza que afecta muy favorablemente a su salud. Esto se debe a que se ha estabilizado toda la situación que le rodea, y a que se están llegando a acuerdos para utilizar esta moneda con total transparencia. El hecho de que sea una forma de dinero descentralizada era el principal factor que ponía en contra a numerosas entidades gubernamentales.
De hecho, el férreo control que se ha impuesto en muchos países le ha pasado una gran factura, pero el tiempo ha permitido que se vaya recuperando hasta llegar a la solidez que tiene actualmente. Por el momento, es difícil vaticinar lo que le depara en un futuro; pero lo que está claro es que no va a ser algo pasajero.
La Agencia Tributaria en España, y sus similares en otros países, está elaborando planes de acción para integrar el uso del Bitcoin en nuestra economía y, sobre todo, para controlar su utilización y ver cómo actuar consecuentemente a la hora de tributar. Del mismo modo, son muchas las naciones que han levantado el bloqueo en cuanto a su empleo y, de hecho, lo han acogido con mucho gusto.
Desde tiendas online hasta cajeros físicos, cada vez hay más soportes compatibles con las criptodivisas, y eso es la clara señal de que hay un cambio en camino. Puede que todavía quede mucho por delante, pero las crypto tienen madera de ser el futuro de la economía.