Al borde del año 2020, en pleno siglo XXI, la tecnología está más presente que nunca en prácticamente cualquier aspecto de la vida en el que uno pueda pensar, desde las acciones más cotidianas a las más concretas dentro de diferentes ámbitos.
De manera muy especial, los últimos tiempos se han caracterizado por la llegada de esta al núcleo del hogar y a todo aquello que le rodea a uno en su espacio más cercano. Es lo que se conoce como el Internet of Things (Internet de las Cosas, en inglés), que está suponiendo una pequeña revolución a todos los niveles.
¿Qué abarca el Internet de las Cosas?
Bombillas, altavoces, cámaras y ahora también cerraduras inteligentes se acoplan en diferentes partes del hogar con el claro objetivo de mejorar el día a día de quienes allí viven aportando diferentes funciones que permiten amplificar las opciones de un elemento tradicional al uso son ejemplos claros del Internet de las Cosas. Elementos tradicionales que ahora son más inteligentes que nunca.
Es especialmente notorio en el caso de estas últimas, siendo un elemento imprescindible y trascendental dentro del contexto de un inmueble por ser el punto de entrada al mismo y, por consiguiente, de extrema relevancia.
Es por ello que cada vez son más quienes se preguntan qué puede hacer por ellos una cerradura inteligente y cuáles son las mejores que se encuentran a día de hoy en el mercado, puesto que la oferta en lo que a estos elementos se refiere no cesa de aumentar a medida que transcurren los meses.
Siempre con Wi-Fi
Aunque a día de hoy existen muchos tipos de cerraduras motorizadas, no todas ellas pueden considerarse, al mismo tiempo, cerraduras smart. Esto último dependerá de la diferentes funcionalidades que sean capaces de ofrecer, entre las cuales se cuentan características como la conexión Wi-Fi o Bluetooth.
Sin embargo, como destacan en esta comparativa de las mejores cerraduras inteligentes, y a pesar de que ambas conexiones se efectúan de manera inalámbrica, no son lo mismo ni ofrecen las mismas bondades. La mayor diferencia es el campo de acción en el que permiten operar, pues si esta se encuentra conectada a la red Wi-Fi del hogar, permite abrir la cerradura con el smartphone u otro dispositivo de manera remota allá donde uno se halle.
Por el contrario, el Bluetooth requiere que uno se encuentre cerca de la cerradura para poder abrirla de manera inteligente, limitando así en gran medida las posibilidades de uso. Si uno se encuentra fuera del hogar, por ejemplo, y quiere abrir a un amigo o repartidor que llega a dejar un paquete, solo podrá hacerlo si la cerradura inteligente dispone de compatibilidad con las redes Wi-Fi.
¿Compatible o no compatible?
A la hora de comprar una cerradura motorizada de este tipo, uno ha de tener en cuenta los posibles casos de uso que se puedan dar y las compatibilidades que existan con su actual sistema. Por ejemplo, si uno de estos smart locks se puede acoplar directamente sobre el bombín que uno tiene con facilidad ahorrará quebraderos de cabeza a la hora de comenzar a hacer uso del mismo de manera rápida y sencilla.
Otro punto clave es el de las posibilidades que pueda ofrecer junto a software de terceros que permita interactuar con ella, como puede ser el Asistente de Amazon Alexa, Google Assistant y Apple HomeKit, sistemas inteligentes que permitirán tener acceso a la cerradura desde diferentes aparatos y complementar así sus funciones smart. Abrir la cerradura de casa con el Apple Watch, el reloj inteligente de la marca de la manzana mordida, es una buena muestra de hasta qué punto pueden integrarse estos accesorios inteligentes en el día a día.
Por último, hay que prestar atención a los diferentes servicios adicionales que preste el fabricante de cada cerradura inteligente, los cuales se detallan de manera específica en comparativas como la citada anteriormente. Que se bloquee de manera automática al salir o que haga lo contrario de forma autónoma cuando uno se acerca a la puerta son pequeños gestos que, aunque parezcan triviales, acaban mejorando enormemente la experiencia de uso con las cerraduras sin llave.