En los últimos años hemos escuchado mucho eso de que una empresa se declare insolvente, pero es probable que todavía no sepas a qué nos referimos exactamente.
Se entiende que una determinada entidad es insolvente cuando no tiene capacidad para hacer frente a las deudas acumuladas. En un nivel más técnico, se puede definir cuando el activo circulante es inferior al pasivo exigible.
También se puede conocer como una situación de bancarrota o quiebra.
Vamos a profundizar en este tema a través de los siguientes apartados. En el caso de que tengas alguna duda más específica, te recomendamos contactar con abogados y economistas profesionales.
Situaciones en las que se da una insolvencia empresarial
¿Qué se entiende exactamente por una situación de insolvencia? Vamos a ver esto con más detenimiento:
- Cuando exigen procedimientos o pagos que se puedan exigir y no se tenga el capital suficiente para satisfacerlos. Este sobreseimiento debe ser completo y definitivo.
- Cuando existen embargos que todavía no se han ejecutado, y que puedan afectar al patrimonio de la parte deudora.
- Cuando se ha procedido con el alzamiento o liquidación ruinosa de los bienes por parte del deudor.
- Cuando no se ha procedido con el pago de las obligaciones tributarias, el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social, así como cualquier otro concepto.
La empresa que se encuentre en una situación de insolvencia en base a algunas de las situaciones que acabamos de ver, tendrá que solicitar lo que se conoce como un concurso de acreedores. Para ello, tendrá que hacerlo en un plazo de 2 veces, una vez que sea conocedor del estado.
Qué son las insolvencias punibles
Un tema importante a tratar es el de las insolvencias punibles. Ahora que ya tenemos claro que es una insolvencia, debemos saber que, bajo ciertas circunstancias, podrían llegar a tener una cierta relevancia Penal. Esto ocurre si la persona deudora ha actuado de manera voluntaria y consciente contra sus deudores.
Se encuentra penada según el artículo 260.1 del Código Penal. El deudor se podría enfrentar a una pena de prisión tipificada entre 2-6 años de prisión y una multa que podría oscilar entre 8-24 meses. Esto ocurriría en el caso de que la situación que ha dado pie a la insolvencia haya sido causada de manera dolorosa por la persona deudora, o por otro sujeto que hubiese actuado en su nombre.
Cómo contabilizar las provisiones por insolvencias
Aquellas provisiones por insolvencias que corresponden a determinadas facturas de las que no se conocen las condiciones del cumplimiento del pago, sin la que parte interesada hubiese presentado documentos que las justifiquen o que se hayan reclamados de forma fehaciente, son objeto de controversia.
El hecho de no acreditar la insolvencia no se puede erigir como un motivo para proceder con la denegación del cómputo de la pérdida.
Lo más recomendable es confiar en expertos en este campo para que puedan asesorar a la entidad sobre como contabilizar las provisiones por insolvencia, además de tener asesoramiento legal por lo que pueda pasar en todo el proceso.