En las últimas semanas los envíos de correos electrónicos han aumentado considerablemente. Ello no es de extrañar teniendo en cuenta que muchos españoles están realizando sus tareas profesionales desde su propio hogar. El teletrabajo, en muchas ocasiones, lleva a los empleados a dirigirse a sus superiores mediante e-mails.
Para este tipo de situaciones es fundamental elaborar un texto que no presente errores de ningún tipo. Por supuesto, tantos otros escenarios en los que entra en juego cualquier clase de redacción a la que se le presupone una cierta seriedad, también exigen perfección en términos ortográficos.
Independientemente de si tienes una buena capacidad literaria o tus dotes de escritura pecan de no ser muy allá, conviene que hagas uso de un corrector castellano. Afortunadamente en los tiempos que corren existen muchas alternativas, lo cual es positivo. Sin embargo, antes de elegir conviene que tengas en cuenta una serie de detalles.
Disponibilidad en línea
¿Recuerdas los tiempos en los que utilizar correctores acarreaba instalar programas o plug-ins? Ello era muy habitual antaño, pero por suerte en pleno siglo XXI existen multitud de herramientas de corrección que no tienen estos requerimientos.
Así lo demuestra aquel corrector ortográfico que está disponible online. Es decir, puedes acceder a él desde cualquier dispositivo que cuente con conexión a la red. Este aspecto es de agradecer si, por unos u otros motivos, prefieres mantener tu ordenador libre de software adicional: PC con escasos recursos, disco duro demasiado lleno de aplicaciones, etcétera.
Otra ventaja de los correctores en línea guarda relación con la ausencia de actualizaciones. Por desgracia es habitual que los softwares, en ciertas ocasiones, no puedan utilizarse hasta que el usuario procede a instalar la última versión disponible. Ello no sucede con las herramientas online, estando siempre a disposición de los internautas para que las empleen cuando quieran.
Automatización del procedimiento
Si los correos electrónicos y los escritos formales en general están muy extendidos en pleno 2020, no se queda atrás otro aspecto que por desgracia también se encuentra implantado en la sociedad. Nos referimos a la falta de tiempo.
Estableciendo de nuevo una comparación con otras épocas, era frecuente que los usuarios se viesen obligados a corregir ellos mismos los fallos que hubiesen tenido. Es decir, el corrector solamente se ocupaba de marcar los errores y, como mucho, realizaba alguna que otra sugerencia.
Aunque era de agradecer dicha ayuda, no resultaba idónea para aquellas personas que no disponían de demasiado tiempo. La evolución tecnológica ha dado pie a que el software de corrección, tanto el local como el online, se perfeccione hasta el punto de ser capaz de corregir automáticamente.
En caso de que dudes entre una herramienta manual o una automática, es preferible que optes por la segunda mencionada si quieres completar la tarea en un parpadeo. El nivel de fiabilidad es máximo, por lo que te asegurarás de que la corrección será buena, olvidándote de posibles errores en el texto previamente elaborado por ti.
Intuitividad
De poco sirve que un corrector funcione a través de Internet y automatice la operación si, a la hora de la verdad, acarrea demasiadas complicaciones al ser utilizado.
Es importante que siempre elijas aquella herramienta que se caracterice por resultar muy intuitiva. A medida en que fueron pasando los años, las empresas de desarrollo de software se dieron cuenta de que más allá de las novedades de sus productos digitales adquiría si cabe una mayor importancia la sencillez y el minimalismo.
¿Dudas entre un corrector repleto de funciones complejas y otro que destila simplicidad? Si eres un usuario de nivel medio-bajo opta sin ninguna duda por la segunda alternativa, la cual satisfará tus necesidades sin obligarte a lidiar con una interfaz engorrosa.
Posibilidad de utilizarlo a través del móvil
No siempre se dispone de un ordenador a mano. En muchas situaciones el smartphone es el dispositivo utilizado para redactar un texto que bajo ningún concepto ha de contener faltas de ortografía u otros errores. Por ende, es esencial que el corrector en cuestión también pueda ejecutarse por medio del aparato telefónico.
Estás de suerte: los desarrolladores cada vez piensan más en esta necesidad. De hecho, los correctores online suelen hacer gala de una interfaz web responsive. Es decir, indistintamente del dispositivo tecnológico empleado para acceder al portal online, siempre se muestra de forma correcta adaptándose a las dimensiones de la pantalla en cuestión.
Idiomas
En nuestro país, por motivos obvios, la herramienta de este tipo que más se utiliza es el corrector de castellano. Sin embargo, en cualquier otro momento pueden surgirte distintas necesidades.
Por ejemplo, los españoles pecan de tener un nivel de inglés no demasiado elevado. Si también es tu caso agradecerás enormemente que el corrector online incluya la lengua de Shakespeare en la lista de idiomas con los que es capaz de tratar, así como otras opciones: italiano, francés, portugués, etcétera.