El cannabidiol es un componente que se extrae del cáñamo, variedad de marihuana medicinal, de muy amplio uso para el tratamiento de diversas enfermedades crónicas y demás afecciones que afectan la salud. Es muy popular y cada vez más personas conocen las facultades de este producto y comienzan a utilizarlo para mejorar su calidad de vida.
Mucho se ha hablado de la marihuana, de todos sus efectos psicoactivos que producen en la persona y la prohibición que por tal razón existe contra con su consumo, pero poco se dice que hay una variedad de esta planta que es totalmente beneficiosa para el organismo y de la que se sacan productos terapéuticos que están transformando para bien la vida de millones de personas. Se trata del cáñamo y el cannabidiol (CBD).
Variedades y diferencias de la marihuana
Antes de hablar del cáñamo y del CBD es necesario conocer que la marihuana tiene cientos de variedades que desde tiempos remotos el hombre comenzó a experimentar y que, al comprobar sus efectos sobre el organismo, las usa con distintos fines: recreativos y medicinales.
Esa distinta utilización y sus desiguales efectos son los que las diferencia entre sí y lo cual siempre ha generado amplias discusiones que han llevado a que en prácticamente todos los países se legisle sobre sus variedades y usos, lo cual no muchos conocen.
Marihuana es apenas el nombre genérico de una amplia de diversidad de especies que tienen más de 100 distintos cannabinoides, de los que resaltan dos que producen efectos muy diferentes en las personas y sobre las que hay dos situaciones jurídicas diametralmente opuestas: el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD).
El THC es el más conocido por sus efectos psicoactivos y de dependencia que generan en las personas y que ha hecho de la marihuana un producto altamente rechazado en la sociedad. Su uso “recreativo” con nocivas repercusiones en el organismo ha llevado a su prohibición en la mayoría de países del mundo y la aplicación de severas sanciones a quienes la consuman o comercialicen.
En cambio, el CDB tiene otro tratamiento muy diferente porque no produce los efectos del THC y es más bien beneficioso para el organismo, debido a las propiedades terapéuticas que posee, por lo que es aceptado, incluso en el mundo de la medicina, como medicamento alternativo y complementario para el tratamiento de varias enfermedades. Además, su venta y consumo es totalmente legal.
Ciertamente el THC es más conocido que el CBD, condenando a ambos como si fueran lo mismo, pero esto afortunadamente comienza a cambiar para bien de quienes se benefician del uso medicinal del CBD gracias a las amplias campañas divulgativas que se dan en torno a este maravilloso producto.
Breve historia del CBD
El cannabis, o marihuana, se utiliza, según evidencias encontradas, desde hace más de 5.000 años en varias culturas del mundo con diversos fines, pero uno de sus componentes más importantes y sobre el que recae su utilización medicinal, el CBD, no fue descubierto sino hasta el año 1940 cuando un químico de Harvard, llamado Roger Adams, lo extrajo por primera vez con éxito de la planta cannabis sativa.
Posteriormente, Rafael Mechoulam, conocido como el “Padre de los estudios sobre cannabis” avanzó en las investigaciones y en 1963 descubrió la estructura química de este componente, que ayudó a comprender un poco más su utilización en el contexto terapéutico.
Un año después se descubrió la estructura química del THC con lo que se determinaron los efectos psicoactivos que produce ese cannabinoide y ayudó a desvincular totalmente de ellos al CBD.
Los estudios del CBD con fines terapéuticos iniciaron prácticamente con su descubrimiento y profundizaron en la década de los 80 cuando se comprobó que es un efectivo antiepiléptico. Desde entonces se hicieron muchas más investigaciones que llevaron a comprender los tantos efectos positivos que tiene para el tratamiento de diversas enfermedades.
Pero no fue sino hasta principios del siglo XXI, cuando iniciaron movimientos de legalización en pro de su comercialización masiva, sustentados en estudios confiables que demostraban sus efectos positivos, que comenzó su creciente auge hasta llegar a nuestros días cuando ya forma parte de la vida de muchos.
Productos derivados del CBD
El CBD se procesa de distintas maneras, siendo las más comunes y utilizadas el aceite CBD y la flor en su presentación deshidratada.
El aceite se elabora a partir de las semillas de cáñamo que se someten a un riguroso proceso de extracción que permite obtener un producto de alta calidad que se presenta en diversas concentraciones.
Posee diversas propiedades antipsicóticas, antiepilépticas, ansiolíticas, antiinflamatorias, anticonvulsivo antioxidante, antitumoral y demás que ayudan al tratamiento de diversas afecciones, mejorando la calidad de vida de los pacientes. No es que sea una medicina milagrosa, como algunos quieren hacerlo ver, sino que es más bien como un medicamento complementario que ayuda a disminuir dolencias en las personas.
Estudios confiables demuestran que es muy efectivo para patologías como epilepsia, trastornos del sueño, enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la esclerosis múltiple, psicosis, ansiedad, dependencias químicas, tratamientos antitumorales, artrosis, artritis reumatoide, artritis, neuralgias y demás otras.
También se puede utilizar en las mascotas a las que ayuda a bajar los niveles de ansiedad, a recuperar el apetito y a contrarrestar dolores en las articulaciones y otras dolencias que les puedan afectar.
La flor de cáñamo seca también tiene sus usos terapéuticos, entre los que resaltan tratamiento para el insomnio, problemas digestivos, migraña, dolores en las articulaciones, enfermedades respiratorias, epilepsia refractaria, náuseas y vómitos provocados por quimioterapias, acné, enfermedades crónicas del intestino, algunos tipos de cáncer y otras muchas patologías más.
Este producto se puede consumir de cuatro maneras: en infusiones, fumándolo, vapeándolo o agregándolo como ingrediente en una diversidad de ricas recetas de cocina. Sea la forma que se utilice para consumirlo, la flor de cáñamo siempre aportará al organismo los beneficios descritos.
El cáñamo se puede cultivar en una variedad de suelos y puede hacerse tanto en exteriores como en áreas preparadas en interiores, y aunque requiere ciertos cuidados no son nada difíciles de cumplir, por lo que se adapta fácilmente a diversas condiciones.