Hace unos años, con la llegada de la TDT (Televisión Digital Terrestre), todos los hogares precisaron la actuación de un antenista para actualizar el sistema de recepción de señal de televisión, y así poder seguir disfrutando de los canales y la programación de este medio de ocio y comunicación, que se ha convertido en un aspecto imprescindible de nuestros días. Sin embargo, las labores de un antenista no se han limitado a este proceso, sino que también intervienen en la instalación de otros instrumentos y elementos tecnológicos que nos hacen la vida más cómoda. Veamos a continuación cuáles son las tareas más comunes de los antenistas.
Intervenciones de antenas de televisión
Cuando hablamos de antenas de televisión debemos tener en cuenta que existen dos tipos: las antenas que se instalan en el interior del hogar, que son apenas visibles y que cuentan con una entrada de cable que se sitúa en una zona próxima a la televisión para así facilitar su conexión, y las antenas exteriores, que son las que reciben la señal para que el edificio pueda abastecerse del servicio de retransmisión, mediante la conexión interna de cada hogar.
Dependiendo de la instalación, las antenas pueden ser individuales, comunitarias para edificios, como pisos y comunidades de vecinos, antenas parabólicas vía satélite, etcétera. Algunos de los problemas más comunes suelen estar relacionados con el cableado de las antenas o la desorientación de las mismas, sin embargo, en otros casos puede deberse a que el aparato sea demasiado antiguo y ya no alcance los últimos avances tecnológicos. En el caso de que el problema se deba a la señal, una solución recurrente es instalar amplificadores de señal, con los que se pueden mejorar los lugares con baja cobertura, una tarea habitual para un antenista Alicante profesional. Además, para mejorar este aspecto, también se pueden instalar tomas de antena en las estancias que precise el cliente.
La instalación de una antena debe realizarse por parte de un profesional, ya que se trata de una tarea compleja y que precisa hacer una instalación exhaustiva. La antena se instala en lo alto de un mástil, situado preferiblemente en la zona más alta del edificio al que se va a suministrar la señal, aproximadamente un metro y medio por encima del tejado. La propia antena contará con amplificador y un repartidor en cada planta, para que se puedan establecer distintas conexiones y cableados.
Porteros automáticos
Estos dispositivos aparecen debido a la mejora tecnológica y la incorporación de nuevos elementos de seguridad del hogar para la apertura de las puertas exteriores. Existen porteros sencillos que simplemente emiten la señal a la vivienda a la que se trata de acceder, solo con pulsar el botón correspondiente; mientras que otros porteros más modernos, incorporan una cámara con la que el propietario de la vivienda puede visualizar lo que pasa fuera del edificio, así como se puede saber quién está llamando al hogar, y así, cerciorarse de si quiere abrir la puerta y permitir el acceso.
Si la infraestructura donde se va a realizar la instalación ya cuenta con un portero automático viejo y se quiere cambiar por uno nuevo, la tarea es sencilla para un profesional, ya que puede aprovechar la instalación del mismo. En caso de no haber un portero automático antiguo, es necesaria la instalación y disposición correcta de la infraestructura.
La instalación es sencilla y cuenta con apenas tres elementos conectados entre sí: un portero exterior, los interfonos interiores de cada uno de los hogares y una fuente de alimentación. A día de hoy, existen modelos que no precisan cableado, sino que funcionan a partir de una señal Wifi, lo que facilita las instalaciones, ya que no es necesario introducir un tubo con cableado en el interior de las paredes. En ambos casos, la conexión a una fuente eléctrica es indispensable.
Estas son las dos tareas más comunes de los antenistas, mediante la instalación de unas infraestructuras primordiales para la comodidad del hogar.