
En la remota región de Gilgit-Baltistán, al pie de las imponentes montañas del Karakoram en Pakistán, los agricultores han encontrado una solución innovadora frente a la escasez de agua provocada por el cambio climático: la creación de «estupas de hielo». Este ingenioso método ha permitido a las comunidades locales almacenar agua en forma de hielo durante los meses de invierno, asegurando así el riego de sus cultivos durante la primavera.
El deshielo estacional que tradicionalmente alimentaba los valles de esta región ha disminuido debido a inviernos más cálidos, resultado del cambio climático. Ante esta situación, los agricultores comenzaron a buscar soluciones en internet y descubrieron los «glaciares artificiales» a través de videos de Sonam Wangchuk, un activista ambiental y ingeniero de Ladakh, en India, quien ha promovido esta técnica desde hace una década.
La técnica de las ‘estupas de hielo’
El proceso consiste en bombear agua desde los ríos hacia el aire durante las gélidas temperaturas invernales, lo que permite que el agua se congele en forma de torres de hielo en el suelo. Estas estructuras, que se asemejan a stupas budistas, actúan como sistemas de almacenamiento de agua que se derriten lentamente en primavera, proporcionando el recurso vital para los cultivos en el momento más necesario.
Desde la creación de las primeras «estupas de hielo» en 2018, más de 20 pueblos han adoptado esta práctica, beneficiando a aproximadamente 16,000 residentes que ahora tienen acceso a agua sin necesidad de construir reservorios o tanques. Este avance ha sido fundamental, especialmente en un país donde el 80% del territorio es árido o semiárido y donde la escasez de agua afecta gravemente a la población.
Por ejemplo, en el pueblo de Hussainabad, se han construido ocho estupas que han atrapado cerca de 20 millones de litros de agua en hielo. Los agricultores han expresado que este método ha transformado sus prácticas agrícolas, permitiéndoles plantar hasta tres veces al año en lugar de una sola temporada. El aumento de la producción agrícola es un rayo de esperanza en un contexto donde el cambio climático ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria de la región.
Los expertos advierten que el cambio climático está afectando los patrones climáticos de Pakistán de manera alarmante, con temperaturas que han aumentado el doble de la media global entre 1981 y 2005. Esto ha llevado a una rápida desaparición de glaciares en el país, aumentando el riesgo de inundaciones y disminuyendo la disponibilidad de agua a largo plazo.
En este contexto, la adaptación y la innovación se vuelven esenciales. Los habitantes de Gilgit-Baltistán han decidido no esperar a que las instituciones les proporcionen soluciones, sino que han optado por implementar esta alternativa que refleja la resiliencia y la capacidad de adaptación de las comunidades frente a las adversidades climáticas. La historia de las «estupas de hielo» no solo es un ejemplo de ingenio local, sino también un recordatorio de la importancia de la acción comunitaria en la lucha contra el cambio climático.