Que este invierno va a ser recordado como uno de los más lluviosos y fríos de las últimas décadas está ya fuera de dudas. Como consecuencia de las inclemencias, una de las grandes sufridoras han sido las fachadas, que ven “cómo este verano será necesario volver a acicalarlas de cara al próximo otoño para conseguir un mejor aislamiento” comentan desde Alver, una empresa situada en Madrid que conoce de primera mano la importancia de desarrollar algunos de los trabajos verticales en estas fechas.
Optimizar al máximo el aislamiento y la impermeabilidad de las fachadas ayudará también al ahorro energético y a evitar muchas humedades y problemas derivados de la falta de mantenimiento que suelen tener estas paredes externas.
El mantenimiento de los edificios no está tan extendido como debiera. Tan solo se acuerdan las comunidades cuando hay filtraciones o problemas y tratan de que sean los propios seguros quienes se hagan cargo de las reparaciones. Sin embargo, a sabiendas de esto, muchas pólizas especifican entre sus condiciones la respuesta a interiores, pero no al perímetro exterior.
“La limpieza de fachadas y de chimeneas para evitar colapsos en los extractores e incluso tratar las azoteas frente a las palomas son varias partidas que deberían incluirse en los presupuestos comunitarios de forma regular. Cuando el problema ha estallado es mucho más complicado y costoso repararlo. Por ello el mantenimiento es vital. Cada vez son más las comunidades, restaurantes y particulares que se conciencian de esto y solicitan incluso cambios de chimeneas” comentan desde Alver.
Madrid es una de las ciudades con más edificios por metro cuadrado en nuestro país y de ahí que sea necesario dar un paso al frente para mejorar las condiciones de los edificios. Cada verano, gracias al calor y a la falta de lluvia, cientos de fachadas se cubren para llevar a cabo sus lavados de cara gracias a profesionales, cada vez más especializados, que son capaces de desarrollar todo tipo de trabajos verticales sin necesidad en muchos casos de poner siquiera andamios que afeen aún más las aceras.
“El ahorro energético de una fachada bien aislada y mantenida no tiene la fama que debería” finalizan los expertos de Alver.