La vaginosis bacteriana, una dolencia íntima preocupante para muchas mujeres

In Sociedad
junio 13, 2019

Vaginitis es el término clínico por el que se denominan todas las infecciones vaginales que producen síntomas habituales de estas afecciones como la secreción vaginal, el picazón y las erupciones cutáneas.

Las dos principales formas de presentación de vaginitis son la vaginosis bacteriana y la candidiasis vaginal. En esta ocasión centramos el enfoque en la vaginosis, si bien la candidiasis es el tipo de vaginitis que una mujer tiene más probabilidades de desarrollar, pues se calcula que al menos el 75% de las mujeres experimenta al menos un caso de candidiasis en su vida.

¿Qué es la vaginosis bacteriana?

La vaginosis bacteriana, de manera resumida, es la proliferación de bacterias patógenas en la vagina. La vagina femenina contiene diferentes cepas de bacterias que se desarrollan juntas en un equilibrio delicado pero armonioso, la denominada flora bacteriana vaginal.

Por un lado, los probióticos son las bacterias saludables, que mantienen el tracto vaginal en perfecto estado. Por otro lado, las bacterias patógenas son las que causan infecciónSi las bacterias patógenas superan en número y en efectos a los probióticos se produce una vaginosis bacteriana.

Esta patología es, estrictamente, una infección vaginal, de modo que los hombres no pueden desarrollarla, pero sí pueden colaborar en su formación. La actividad sexual juega un papel importante en el desarrollo de esta enfermedad, especialmente si se tiene múltiples parejas masculinas.

Las mujeres embarazadas ven aumentadas las posibilidades de sufrir esta enfermedad, pues el embarazo es un factor de riesgo debido a los cambios hormonales propios de esta etapa vital.

Por norma general, esta enfermedad no suele tener complicaciones, y a pesar de la prevalencia de la vaginosis bacteriana, muchas infecciones no presentan ningún síntoma en absoluto y en muchos casos la enfermedad desaparece sin necesidad de tratamiento.

Sin embargo, la inacción si se padece esta enfermedad puede llevar a complicaciones más graves, como por ejemplo el nacimiento prematuro del bebé en caso de estar embarazada, un mayor riesgo de enfermedades de transmisión sexual o la posibilidad de sufrir enfermedad inflamatoria pélvica, una patología que incrementa las posibilidades de infertilidad.

Por fortuna, en el mercado encontramos productos eficaces para mantener a raya estas patologías, gracias a la acción de complementos alimenticios y medicamentos que equilibran la flora bacteriana vaginal.

Uno de estos productos es Actifemme DÚO, compuesto por Actifemme Cándida y Actifemme Óptima), que se comporta como un producto ideal para el tratamiento de la vaginosis bacteriana y para otros procesos como la candidiasis. Si bien existen ocasiones en las que esta patología es asintomático, el flujo con olor a pescado es una de las señales de que algo no funciona en la zona íntima femenina.

Actifemme Óptima, uno de los componentes de Actifemme DÚO, está desarrollado de manera específica para acabar con la vaginosis bacteriana y se muestra como un tratamiento altamente eficaz.

Las diferencias entre la vaginosis bacteriana y la candidiasis vaginal

La vaginosis bacteriana y la candidiasis vaginal en ocasiones son tratadas como patologías similares, y lo cierto es que conservan muchas características en común, pues ambas enfermedades son infecciones vaginales.

En cualquier caso, la principal diferencia es que la vaginosis bacteriana es la pérdida de equilibrio entre probioticos y bacterias patógenas en la flora bacteriana vaginal mientras que la candidiasis está provocada por hongos.

En la vaginosis bacteriana, como hemos dicho, estos síntomas de la vaginosis bacteriana pueden no aparecer, pero cuando aparecen son muy reseñables: flujo de color blanco, gris apagado, verdoso o espumoso, mal olor a pescado y picor o ardor al orinar. En ocasiones se complica la opción de tratar la vaginosis bacteriana por la no aparición de estos síntomas.

Cuando una mujer parece candidiasis vaginal, lo que ocurre es que existe un crecimiento excesivo de levadura, un tipo de hongos. La cepa de levadura responsable de la infección es Candida albicans.

Los hongos forman parte también de la flora bacteriana, e incluso en el caso de Candida albicans su presencia en el organismo es positiva, ya que ayuda a digerir alimentos y absorber nutrientes.

El problema ocurre cuando la población de esta cepa de levadura se multiplica sin control. Los probióticos ayudan a mantener a raya estos hongos, de modo que un factor que conlleva a la candidiasis es la falta de probióticos debido al uso frecuente de antibióticos.

Otro factor que puede influir en el crecimiento de la levadura es la diabetes no controlada. El azúcar es la fuente de alimento principal de estos hongos. Así, las mujeres con diabetes tipo 2 tienen mayor riesgo de desarrollar candidiasis y de que estos episodios sean recurrentes.

Una última manifestación que diferencia la vaginosis bacteriana de la candidiasis vaginal es el olor de la secreción vaginal. En la candidiasis, el olor de la secreción vaginal es prácticamente inexistente, algo que no coincide con la vaginosis, que cuando se presenta una secreción de color blanco o gris con fuerte olor a pescado.

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Escritor profesional, autor de novela, cuentos y relatos, algunos premiados. Columnista en diversos medios. Creador de contenidos, redactor y copywriter.