Desde el 2020, la mayor parte de la sociedad española ha vuelto a mirar a sus hogares para disfrutar del tiempo de descanso y del ocio en pareja, con amigos y familiares. Esto está directamente relacionado con la necesidad de crear salones cómodos y funcionales, donde apetezca pasar el tiempo.
En este sentido, un alto porcentaje de las decisiones de cambio están relacionadas con el sofá: elegir un buen sofa con chaiselongue, que pueda incluir un módulo alargado junto con la opción de sofá cama, es una de las opciones más elegidas para quienes tienen salones grandes y familias numerosas.
Los fabricantes de este tipo de muebles de descanso se esfuerzan por lanzar al mercado propuestas cada vez más cómodas y útiles para distintos momentos del día: desde sentarse cómodamente después de comer para tomar el café hasta hacer una sesión de peli y manta con amigos en el fin de semana.
En un mercado lleno de opciones de sofás, es muy normal que surjan dudas sobre qué requisitos hay que tener en cuenta para hacer la compra correcta. Especialistas en muebles y decoradores de interior coinciden en destacar unos puntos clave:
Los sofás cama son una gran apuesta
Antiguamente, tener un sofa cama parecía una opción para segundas residencias, pequeños apartamentos o casos muy concretos en los que, sí o sí, se necesitaba una cama que no ocupara mucho espacio durante el resto del día.
Esto hoy ha cambiado: la mejora de la comodidad de estos modelos ha hecho que muchísima gente opte por comprar un sofá cama para casa y tenerlo en el salón para, así, poder recibir a invitados sin problemas o incluso utilizarlo para mejorar la experiencia de hacer un maratón de series o pelis en casa.
Sofás cama de apertura italiana
Una de las principales características que se buscan a la hora de elegir un sofá cama es que este sea cómodo de montar y desmontar, incluso por una sola persona si es preciso.
Son altamente destacables debido a su practicidad y facilidad de despliegue. Su diseño permite dejar las sábanas puestas en todo momento y cuenta con un mecanismo que despliega el somier de manera sencilla gracias a unos muelles que movilizan toda la estructura. Esta característica elimina la necesidad de quitar el respaldo o los brazos del sofá al convertirlo en cama, manteniendo su forma original en todo momento.
Lo más notable de estos sofás es su comodidad excepcional en cuanto al descanso se refiere. Incorporan un colchón real de entre 12 y 18 cm de grosor, lo que garantiza una experiencia de descanso equiparable a la de una cama convencional. Esta característica los convierte en la opción más cómoda dentro de su categoría. Así, los usuarios pueden disfrutar de una buena noche de sueño sin notar diferencia alguna respecto a una cama tradicional, lo que los hace ideales tanto para el uso diario como para alojar a visitantes de forma ocasional.
Fabricación nacional
Los fabricantes nacionales han entendido mejor que nadie las necesidades del usuario actual y ofrecen modelos muy diferentes y adaptados a cualquier espacio y presupuesto, pero que coinciden en cumplir con los valores de comodidad, durabilidad, estética y uso de materias primas de primer nivel.
Con estas claves, queda claro que los sofás cama actuales son de mejor calidad y durabilidad que incluso muchos sofás tradicionales: optar por ellos es incorporar un 2 en 1 a casa que hará que pasar tiempo en el salón resulte mucho más satisfactorio y cómodo.
