El concepto de movilidad sostenible nació a mitades del siglo pasado, al advertirse, de un modo impepinable que seguir por el camino de construir ciudades llenas de coches que contaminan, consumen mucha energía y tienen efectos palpablemente nocivos sobre la salud de todos, era todo un desatino, un despropósito. Sin embargo, las Administraciones públicas, aparte de cuatro campañas destinadas a concienciar a la población, ponían pocos medios al alcance de todos.
¿Qué podían hacer? Orientar las ciudades hacia el transporte público y crear infraestructuras y eso es lo que algunas hicieron. Claro que se tratan de medidas que se realizan con el paso de los años, no se trata de implementaciones de efecto inmediato.
Como siempre, los ciudadanos fueron mucho más rápidos a la hora de reaccionar y empezaron a usar bicicletas como medio de transporte. Crecieron los carriles bicis y también se plantearon numerosos problemas en las vías que enfrentaron y aun enfrentan a conductores con ciclistas. Y como respuesta, cada ayuntamiento trata de mediar en función de cuanto apoye o no este concepto de movilidad sostenible que se ha convertido en toda una necesidad.
El segway como método de transporte ecológico para grupos
Apostar por el transporte público y dejar el coche en el garaje es una buena medida, sobre todo en las ciudades; dar caminatas cuando se tiene tiempo para ello, no solo es beneficioso para la salud, si no también para moverse sin emitir daños para uno mismo y para terceros.
El segway como método de transporte ecológico para grupos de turistas al conocer las ciudades que visitan e incluso para llevar a cabo actividades de ocio, es ideal y de hecho, cuando este vehículo se creó a principios del 2000 se partía de la idea que iba a desbancar a las hordas de coches en las grandes ciudades y sería el medio de transporte individual que se pondría de moda.
La idea era que empezara a establecerse en L.A. y demás capitales de EEUU, pero no fue así. No alcanza más que 20 kilómetros a la hora y aquella gente estaba acostumbrada a ir más deprisa de un lugar a otro.
Bicicletas y patinetes electricos contribuyen a la movilidad sostenible
Otra opción es el patinete eléctrico. Los hay que pueden soportar hasta 125 kilos de peso y son muy ligeros, -se puede encontrar una guía para comprar un patinete eléctrico aquí-, y mucho más portables que los segways, que sólo tienen las agencias de turismo y no adquieren los particulares.
Bicicletas y patinetes eléctricos no sólo son el medio de transporte de una edad determinada, y que en la adolescencia se suelen usar para moverse, sino unas de las pocas posibilidades para contribuir a esta movilidad sostenible, a menos que se tenga mucho dinero y se pueda adquirir un coche electrónico o uno híbrido, si bien las bicicletas o los patinetes eléctricos también lo son, en su forma más elemental.
Que los coches híbridos y eléctricos sigan suponiendo un tanto por ciento muy bajo respecto a los índices generales de compras de vehículos, sigue siendo un interrogante que según los sociólogos tiene que ver tanto con los vendedores de coches, que sacan mayores ganancias de los coches habituales que de híbridos y de eléctricos que de la mentalidad de los usuarios.
Lo cierto es que desde las grandes firmas, poco se hace para incentivar a comprarlos y aún se carece de una buena infraestructura de recargas. El cambio, como siempre, deberá de producirse desde abajo hacia arriba, porque de realizarse en sentido contrario quizás respondería más a la urgencia que a la necesidad, al menos en el caso de EEUU.