Todos sufrimos o sufriremos en algo momento de nuestra vida alguna molestia gástrica. A veces no le damos importancia porque suele durar poco, aunque nunca está de más prestar atención a determinados síntomas, en especial si se alargan demasiado o si son muy intensos. En ocasiones pueden esconder otro tipo de enfermedades como la colitis, de la que existen varios tipos. En esta ocasión queremos destacar los síntomas de la colitis linfocitica, además de información relacionada con esta.
Signos de que puede ser colitis linfocítica
Uno de los síntomas más evidentes de que se puede estar padeciendo es la diarrea. Suele durar bastante tiempo y propiciar deposiciones acuosas. También se puede dar el caso de padecer incontinencia precisamente por este problema.
Algunas otras señales de que puede tratarse de esta colitis son dolores fuertes y habituales, náuseas y calambres en el estómago. Hay quien experimenta una hinchazón en la zona abdominal. También son frecuentes los casos de deshidratación debido a la imposibilidad de retener los líquidos.
¿Qué la causa?
En realidad, aún se desconoce el origen de esta colitis. Los Investigadores coinciden en que suele ser más frecuente entre la población femenina, normalmente a partir de los 50 años. Se baraja la posibilidad de que sea una enfermedad autoinmune, en la que el propio organismo ataque los tejidos sanos.
También se apunta a que la acumulación de toxinas y determinados microorganismos en el colon pueden originar el problema. Pacientes con celiaquía, diabetes o trastornos tiroideos parecen más propensos a padecerla.
Cómo se diagnostica
Al denominarse también colitis microscópica, podemos hacernos una idea de cuál es el medio por el que se puede llegar a un diagnóstico. Solo es posible determinar que se trata de este problema si se hace un examen microscópico, ya que otras pruebas que se realizan en el colon no permiten ver si se trata de este. Normalmente, estas se realizan para descartar otras enfermedades relacionadas con el intestino, como la colonoscopia.
Tras descartar el resto de patologías, o con el fin de confirmar si existe también este tipo de colitis, se procede a realizar una biopsia. Se toma un muestra del tejido interno, que se analiza con el microscopio. Si se detecta un alto contenido de linfocitos en el tejido, normalmente se identifica como señal inequívoca de que se trata de esta.
Cuál es el tratamiento de esta colitis
Las pautas a seguir en caso de colitis linfocítica no siempre son las mismas. A veces, dependerá de cuáles sean los síntomas que presenta cada paciente, como el uso de antidiarreicos. Lo bueno de estos es que se puede frenar la deshidratación causada por una diarrea crónica, ayudando a mejorar el estado casi de inmediato.
Si se determina que hay un problema autoinmune, el médico puede aplicar inmunosupresores. En otros casos la inflamación excesiva puede requerir de esteroides.
Sea como sea, cuando se padece una colitis como esta, se recomiendan cambios en las pautas de alimentación. Si se sienten molestias cuando se consume algún alimento, lo mejor s dejar de tomarlo, incluso si estas no son demasiado intensas. Algunos pacientes han tenido que prescindir de los lácteos o las comidas con demasiada grasa. También es necesario ejercer cautela con la comida picante o muy espaciada, que puede causar gases y aumentar las probabilidades de tener una inflamación. Dejar a un lado el café y alimentos que tienen sustancias similares a la cafeína, como el cacao o el té, también puede aliviar hasta cierto grado los síntomas.