Si antes de la llegada del coronavirus ya existían infinidad de personas capaces de poner una y mil excusas para no realizar las revisiones periódicas que aconsejan los profesionales de la salud, ahora, inmersos ya en una segunda ola, las excusas se multiplican.
Y es que, si bien durante el obligado confinamiento los servicios que prestaron los profesionales de la salud bucodental se limitaron a las urgencias, una vez acabado este, y ya en la nueva normalidad, no han sido muchos ni distintos los motivos de los que se han visto en la necesidad de acudir al dentista.
De hecho, los profesionales de la salud bucodental han visto como su actividad se ha reducido, tanto y de tal forma, que ha comenzado a preocuparles seriamente.
“Muchas personas tienen miedo al contagio y, como consecuencia, han dejado de hacer su vida normal. En cualquier caso, y pese a que a priori pueda parecer más peligroso acudir a una clínica dental que a un supermercado, lo cierto es que los protocolos y medidas de seguridad que nos hemos visto obligados a aplicar proporcionan un ambiente totalmente seguro y libre de covid-19, por lo que, continuamos prestando todos nuestros servicios” comentan desde la Clínica Dental Menendez.
Cierto, con la instauración del uso obligatorio de mascarillas todos aquellos que echaban mano de estos profesionales para lucir esa sonrisa que siempre habían deseado ha quedado en un segundo plano, pues ahora, boca y nariz han de estar ocultos y los sentimientos y emociones han de trasmitirse con palabras o miradas. ¿Quién sabe si este virus hará que instaure una forma de comunicación que ya fue utilizada en otras épocas?
Pero, esto que a algunos beneficia causa grandes perjuicios a otros colectivos, entre ellos uno de los más afectados y que más empeño a puesto en lograr soluciones, es el de las personas sordas, a quienes el uso de la mascarilla les imposibilita leer los labios, haciendo que la comunicación con todos aquellos que no saben utilizar la lengua de signos se complique.
En cualquier caso, el consejo para todos aquellos que todavía no se sientan preparados para acudir a sus obligadas revisiones periódicas es que no descuiden su higiene bucodental y que ante cualquier mínimo síntoma acudan a su dentista, pues de lo contrario puede que un problema a priori pequeño se acabe convirtiendo en algo mucho más complicado de solucionar.