Conseguir un crédito online de manera cómoda, sencilla e inmediata

In Economía
julio 28, 2022

Cada vez es más frecuente que los usuarios soliciten este tipo de préstamos debido a la rapidez con la que se puede contar con liquidez. En este sentido, son muchas las entidades financieras que ofrecen este tipo de servicio, si bien, es importante conocer todos los pasos que hay que dar para no tener problema alguno en acceder a estos créditos.

Es habitual que las personas, en algún momento de la vida, necesiten contar con liquidez con el fin de poder hacer frente a pagos inesperados. Son muchos los motivos por los que se debe solicitar dinero con urgencia, no obstante, no siempre el procedimiento es sencillo. Lo normal, en estos casos, es acudir al banco para poder contar con el préstamo que se necesite, si bien, las entidades bancarias suelen pedir bastantes requisitos al respecto, a lo que se suma un largo papeleo.

Ahora todo ha cambiado gracias a las entidades financieras que ofrecen la posibilidad de solicitar un préstamo online. Es decir, un tipo de crédito rápido con el que se puede contar con tan solo un clic, ya que todo el procedimiento se lleva a cabo a través de las plataformas habilitadas para ello o bien, desde la propia web de la entidad elegida.

Algunos datos de interés

A la hora de solicitar este tipo de créditos, lo primero que hay que saber es que las cantidades a pedir suelen ser bastante amplias, por tanto, los interesados podrán solicitar un prestamo 1000 euros, de 2.000 o incluso de 5.000, todo dependerá de la entidad financiera con la que se vaya a llevar a cabo el proceso.

De igual modo, los plazos de devolución de dicho préstamo también van a depender bastante de la entidad elegida, al igual que se establecerá la cuantía a devolver del mismo, normalmente con carácter mensual. Lo habitual en estos casos es que las entidades, cuando se trata de préstamos rápidos, ofrezcan la posibilidad de devolver el crédito en un mes, aproximadamente.

¿Qué requisitos hay que cumplir?

Como es evidente, dependiendo de la cantidad de dinero que se haya solicitado en el crédito, así las entidades pedirán más o menos requisitos, teniendo muy en cuenta la situación económica de cada usuario. En cualquier caso, cuando se trata de préstamos rápidos, lo normal es que se pida presentar una nómina o justificante de ingresos, aunque esto no siempre es así, ya que hay entidades que ni siquiera lo piden. Tanto es así que algunos no necesitan aval, incluso si la persona que los solicita se encuentra en la lista de ASNEF.

En este sentido, hay que comentar que la información que normalmente sí es obligatoria y común para la mayoría de entidades es presentar el DNI en vigor, demostrar que se es titular de una cuenta bancaria e indicar una dirección de correo electrónico o teléfono móvil.

¿Cómo se solicitan?

Como ya se ha mencionado, el proceso de solicitud es bastante sencillo. En este caso, los usuarios lo que deben hacer es elegir una buena entidad financiera que ofrezca este tipo de servicios, entrar en su web o plataforma habilitada y rellenar un formulario con los datos que pidan. Además, deben presentar la documentación correspondiente y establecer la cantidad y los plazos de devolución.

El procedimiento apenas dura unos minutos y, si todo está en orden, se obtendrá una respuesta rápida para que los usuarios puedan contar con el dinero solicitado de manera inmediata. En los peores casos, no se suele tardar más de 24 horas en tenerlo en cuenta.

¿Existen comisiones?

Generalmente, estos créditos inmediatos suelen tener un interés diario que es algo más elevado en comparación con los préstamos habituales. Claro está, los intereses variarán en función de la entidad que se haya elegido, si bien, es normal que se presenten algunas comisiones, tales como la de apertura, es decir, un porcentaje a pagar del dinero total que se ha pedido; también está la comisión de cancelación, en el caso de que se liquide el préstamo antes de tiempo; y aquí hay que incluir los intereses de demora, si no se devuelve la totalidad del dinero en los plazos que se han establecido previamente.