Recientemente se ha puesto el interesante dato sobre la mesa, indicando que las consultas más demandadas por los usuarios de la salud son los traumatólogos. Personas de diferentes rangos de edad y condición visitan al traumatólogo con más frecuencia que en otras especialidades.
Ya no solo en la Seguridad Social o privada, gracias a las nuevas tecnologías han aparecido plataformas que ayudan a encontrar los mejores profesionales de la salud para cada caso. Un buen ejemplo es buscar traumatólogos de Smartsalus, un sitio que sirve de punto de unión entre profesionales de la salud y futuribles clientes.
Lo que está claro es que un 70% de la población sufre algún tipo de fractura a lo largo de su vida. Por más resistentes que sean nuestros cuerpos, a menudo son susceptibles de determinadas lesiones como torceduras, esguinces y fracturas.
Las fracturas es la ruptura de un hueso causada por fuerzas mayores que la fuerza del tejido óseo. La mayoría de las fracturas son causadas por accidentes, caídas o golpes… estas son llamadas fracturas traumáticas. Si bien, es cierto que existen las denominadas fracturas patológicas, causadas por enfermedades o trastornos, como la osteoporosis, que debilita el tejido del hueso hasta romperse.
Las fracturas pueden variar dependiendo de su gravedad: existen lesiones traumáticas muy leves que no necesitan intervención a verdaderas lesiones graves que tardan meses o incluso años en recuperarse por completo.
Las fracturas óseas se clasifican en dos clases principales: fracturas simples y compuestas.
Las fracturas simples, también denominadas fracturas cerradas, son huesos rotos que permanecen dentro del cuerpo y no penetran en la piel.
Las fracturas compuestas, también llamadas fracturas abiertas, son huesos rotos que penetran a través de la piel y exponen el hueso y los tejidos profundos al exterior.
Estas últimas son mucho más graves porque pueden complicarse por infecciones, las intervenciones en estas son también más complejas y requieren de más trabajo.
Tomando como base esta clasificación de las fracturas, estas puede dividirse en más grupos dependiendo de factores como la dirección, el ángulo o las partes rotas:
- Las fracturas transversales se forman perpendicularmente al eje largo de un hueso y son el resultado de una fuerza aplicada en ángulo recto al hueso.
- Las fracturas oblicuas son fracturas inclinadas que ocurren cuando se aplica una fuerza en cualquier ángulo diferente a un ángulo recto con respecto al hueso.
- Las fracturas espirales son el resultado de una fuerza de torsión extrema ejercida sobre un hueso.
- Fracturas por avulsión consiste en la separación traumática de una pequeña pieza de hueso principal debido a una fuerza mayor aplicada a un ligamento o tendón. Suelen ser fracturas de carácter traumático por golpe fuerte o accidente.
El período inmediatamente posterior a una fractura ósea es crítico para la reparación adecuada del hueso y la cicatrización de los tejidos afectados.
Los huesos tiende a sanar muy rápido después de una fractura y el tejido óseo se unirá con cualquier fragmento de hueso cercano para formar el denominado callo de cartílago y, finalmente, tejido óseo nuevo.
El objetivo de los traumatólogos es restaurar la anatomía ósea a la arquitectura original del hueso, así como proporcionarle la mayor funcionalidad posible.