Los lugares amplios y cubiertos suelen aquejar varios problemas, recurrentemente, en lo que se refiere a cómo les afecta la temperatura. Cuanto mayor sea un espacio –como en el caso de los centros comerciales, centros de almacenaje o plantas ganaderas, entre otros muchos–, más difícil será controlar la temperatura del interior, algo que puede resultar un auténtico problema dependiendo del uso que se le dé al mismo y de las condiciones específicas que este tenga que tener para desarrollar en él una correcta actividad.
Soluciones como el aire acondicionado, por ejemplo, suelen ser muy costosas en determinadas zonas, dado que requiere de un uso intensivo y entrar en funcionamiento de manera constante durante los meses de más calor, por ejemplo. A esto se le suma que muchos edificios de estas características (naves grandes, almacenes) no son concebidos en su inicio con una determinada idea de climatización, por lo que sus bondades al respecto son nulas y obligan a adaptarse a ellas o a realizar costosas reformas que logren la temperatura interior que se desea.
Sin embargo, a día de hoy existen soluciones mediante las cuales se puede conseguir esto sin que el desembolso sea notable y, casi más importante todavía, sin que suponga un alteración para el normal desempeño de la actividad en dichos lugares. Se trata de productos como Cool-R, una nueva tecnología que ayudará a exprimir al máximo las posibilidades térmicas de diferentes espacios para adecuarlos a las necesidades con las que cada uno tenga que cumplir.
Cool-R, la solución de impermeabilización definitiva
La impermeabilización cubiertas y el aislamiento termoreflectante son dos de los factores con los que habrá que cumplir si uno quiere disponer de un lugar que, como se ha mencionado, se encuentre perfectamente preparado ante los cambios de temperatura de todo tipo y permita gestionarlos con eficacia. Esto es posible gracias a Cool-R, una pintura impermeabilizante para terrazas transitables que cumple también con las otras dos cualidades especificadas y otras muchas para hacer de los espacios cubiertos zonas mejor aisladas.
Cool-R es un material aplicado sobre la superficie superior del espacio que se quiere aislar, que es la más expuesta a las inclemencias del tiempo y la que causa una mayor variación en la temperatura del interior. Con ello se consigue un mayor control sobre la misma y se reduce la necesidad de hacer uso de otros elementos más costosos como el mencionado aire acondicionado u otros métodos aislantes más tradicionales que requieren efectuar una renovación integral en el edificio.
Esta tecnología cuenta entre sus principales bondades con el citado enfriamiento de los espacios, la impermeabilización ante fenómenos meteorológicos como la lluvia o la nieve, la reflectancia de los rayos del sol para que estos no consigan calentar la superficie o la no propagación del fuego para convertir los espacios en zonas más seguras ante posibles accidentes que tengan lugar con el paso del tiempo. Todo ello se encuentra redondeado, además, por una característica que resulta clave cuando se habla de estas adecuaciones: una durabilidad que garantiza su eficacia durante un largo periodo de tiempo.
Una protección del siglo XXI
A día de hoy la efectividad en los recubrimientos aislantes es lo que más se busca, pero muchas veces se compromete la calidad del resultado final para conseguir esto. Es frecuente, por ejemplo, ver ofertas de impermeabilización o protección térmica mediante diversos métodos a muy bajo precio y que aseguran grandes resultados, pero que finalmente no cesan de dar problemas a lo largo de los años y terminan requiriendo una inversión mucho mayor que solvente los daños iniciales provocados por un método implantado de manera incorrecta. Hay que buscar, por ello, la máxima calidad en todos los casos.
Con Cool-R se puede obtener un aislamiento de primer nivel en un espacio de tiempo muy reducido y que provee al cliente de resultados como una reducción de la temperatura por debajo de la cubierta de hasta 10 °C, una cantidad significativa en grandes superficies y que puede suponer la diferencia entre tener que hacer uso de métodos adicionales de enfriamiento o no. Es, en definitiva, una solución del siglo XXI pensada para empresas modernas que necesiten lo mejor sin que cause demasiados inconvenientes por el camino.