Las mudanzas implican una serie de gestiones que se deben planificar y delegar en los trabajadores más competentes. Mudarse de una vivienda a otra implica traslado de muebles y objetos de valor, y depende de donde esté ubicada, implicará mayor o menor complicación en el desempeño.
La verdad, aunque suene fácil, antes de mudarse es conveniente hacer una buena planificación que facilite tanto la labor de desalojar la antigua vivienda como la de instalarse en el nuevo domicilio. Asimismo, entran en juego otros factores como la posibilidad de decorar una casa de forma distinta o instalar una cerradura de mayor seguridad.
Lo primero, preparar la mudanza
Empezar a recoger todas las pertenencias y embalarlas correctamente, guardarlas en cajas identificadas correctamente para que en el nuevo hogar puedan ser más fácilmente identificables e intentar que estas cajas sean los suficientemente resistentes como para soportar el peso de varios enseres son los primeros pasos para realizar en una mudanza.
A continuación hay que llamar a una empresa de mudanza para que se encargue del transporte de Muebles. No solamente por el peso del mobiliario, que requiere colaboración conjunta, sino porque la manipulación de estos elementos ha de ser más cuidadosa a fin de no deteriorarlos o de provocar imperfectos en las viviendas, tanto en la que queda libre como en el nuevo hogar.
Una vez instalados en la nueva casa es recomendable tener a mano aquellas cajas donde se ha guardado lo más necesario (el microondas, unos pocos platos, algunas sillas, los colchones… y comenzar poco a poco y sin agobiarse a equipar el nuevo hogar.
El somier: un soporte al descanso del colchón
Por ejemplo, es posible que en el traslado este trabajador haya roto la lama de alguna cama. Las lamas son láminas de cualquier material, usualmente de madera de haya o de chopo, que van encastradas transversalmente sobre un marco o bastidor metálico o de madera, y montado sobre unas patas; conforman el somier, que es el conjunto formado por la base y el colchón encima.
No es necesario comprar un somier nuevo si se ha roto una lama, pues existe una alternativa. En las tiendas online especializadas es posible encontrar lamas somier repuesto para que el nuevo inquilino no tenga porqué comprar un nuevo somier, y ni mucho menos una nueva cama
Experiencia y rapidez en servicios de cerrajería
Una mudanza no se trata solamente del traslado de una pertenencias de un lugar a otro, sino también acondicionar el lugar de destino. Pintar las paredes, instalar un suelo de parquet si se desea y, por supuesto, instalar una nueva cerradura a fin de que los anteriores propietarios no puedan entrar.
Asimismo, contar con la ayuda de cerrajeros en tarragona trae la posibilidad de dotar al nuevo hogar con una cerradura más segura. Una nueva vivienda exige una mayor protección, no solamente porque un hipotético robo suponga comenzar con mal pie, sino porque se presupone que en un nuevo hogar existen muebles y electrodomésticos nuevos y pueden servir como un mayor reclamo para los amigos de lo ajeno.
Decorar el cuarto de estudio o el estar con un mapamundi
Una mudanza es también la ocasión perfecta para redecorar la habitación, incluso con muebles y adornos que en la antigua vivienda no se tenían. Por ejemplo, para los más pequeños, una buena forma de decorar una de las paredes de su habitación es a través de un mapamundi.
Un mapamundi es la forma más inmediata y sencilla de aprender geografía de la tierra, para distinguir los mares y continentes. Pero también puede cumplir una función decorativa y de recordatorio de los viajes o itinerarios vacacionales.
Colocar en la habitación un mapamundi de corcho grande, con chinchetas de colores para marcar los sitios donde se ha estado o donde se quiere ir, es un bello detalle decorativo y un hermoso recuerdo si se le agregan pins, fotografías o suvenires de los viajes.
Además, para explicar y aclarar nociones de geografía del mundo son perfectos, ya que ayudan a los niños a visualizar océanos, ríos, países y continentes. Pueden incluso, servir de gran ayuda para mantener a la vista una factura o un dato sobre alguna gestión que esté pendiente.